l vestido, escrita por Amaranta Leyva y dirigida por Lourdes Pérez Gay, se presenta en el Centro Cutural del Bosque. Es la puesta en escena más reciente de Marionetas de la esquina, referente obligado en el ámbito del arte para niños, lo cual cobra importancia debido a que durante años ha incursionado en los montajes de gran formato y en la dramaturgia que trata asuntos de vida cotidiana, lo que la convierte –a sus 35 años– en la vanguardia del arte de los títeres en nuestro país.

El texto es lo mejor que hemos visto de Amaranta Leyva, joven escritora de gran fuerza dramática, quien explora de manera constante los procesos sicológicos de los niños y sus conflictos con el entorno. Nos cuenta de los afanes, gustos, necesidades, alegrías, pero también de sus miedos, aislamiento y sufrimiento ante realidades que la mayoría de las veces no comprenden y les crean conflictos que casi nunca resuelven.

Amaranta no huye de la resolución dolorosa y no renuncia al tratamiento de valores en sus obras, sino que los agudiza para que los niños se identifiquen sensiblemente y al final experimenten una catarsis que les permita pensar.

Lo anterior también hace que estire la cuerda del razonamiento a los padres y así cuestionen su actuar con los hijos. Todo esto también deja ver asuntos autobiograficos liberadores que son un compromiso con su público. En esta ocasión la dramaturga maneja sobriamente las tensiones y el desarrollo de sus personajes. Contrapone un personaje complejo (Ana) y dos simples (la mamá y la prima Brisa), con lo que logra una atmósfera pesada y un tono de pieza que se resuelve de manera positiva.

Por otro lado, la puesta en escena muestra cómo Lourdes Pérez Gay sigue en la búsqueda de una forma propia de comunicarse con el público, y para ello recurre otra vez al montaje de gran formato, que la aleja cada vez más del tradicional teatrino. Esta experimentación hace que que el grupo arriesgue mucho y se exponga a las puestas fallidas, pero en ésta la libra y muestra una madurez que logró poco a poco desde que montó Historias de colores. Las puestas en escena de este tipo lo ha ido orillando a perfeccionar una propuesta propia.

En esta ocasión Lourdes llega a buen puerto y nos muestra un montaje bastante redondo en su concepción: es la historia de una niña que no sabe decir que no y debido a eso los que la rodean la utilizan como si fuera un trapo, un simple vestido, obra que trata los problemas de comunicación que tiene Ana con su madre.

El personaje de Ana lo interpretan un títere y una actriz, Lourdes Echevarría, quien hace un trabajo muy bueno y logra llevar el personaje a momentos verdaderamente disfrutables. Aquí veo el primer problema, y es que esta dualidad no es muy clara por el tipo de títere que se utiza. Otro problema es la falta de una correcta iluminación, pues eso hace que la atmósfera se sienta muy sórdida, lo cual no creo que sea la intención de la escritora. La obra es bastante buena y bien dirigida, los problemas que tiene se podrán corregir con el tiempo.

El tema es bastante actual y bien tratado para que niños y papás puedan disfrutar y reflexionar sobre la comunicación intrafamiliar.

Se presenta sábados y domingos a las 13 horas en el teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional. Entrada 70 pesos, descuentos habituales a estudiantes e INAPAM.