Miami, 29 de septiembre. En medio de la mayor contracción económica de México en ocho décadas, el Banco Mundial aseguró que la prioridad para el país es construir una protección social contra la crisis.

Creo que ahora la prioridad es evitar la pérdida de capital humano, dijo en una entrevista con La Jornada Marcelo M. Giugale, director de política económica y programas de reducción de la pobreza del Banco Mundial. Se deben evitar los problemas de desnutrición, de deserción escolar en adolescentes, evitar interrupciones en los sistemas de salud básicos, aseguró.

Giugale confirmó que México fue uno de los países latinoamericanos en que hubo mayor crecimiento en el número de pobres por la crisis de este año, aunque de momento dijo que el Banco Mundial no tiene una cifra precisa. La víspera, el organismo estimó que entre nueve y 10 millones de habitantes de la región habían caído en la pobreza por la crisis, una parte significativa de ellos en México.

Todo el diálogo eficientista, de los equilibrios, que es muy importante, está muy bien. Pero ahora hay que ayudar a toda esa gente que cayó o va a caer en la pobreza, comentó el experto, entrevistado en la Conferencia de las Américas, organizada por el Banco Mundial, el estado de Florida y la Universidad Internacional de Florida.

Se desbarrancó la economía

Abundó, a pregunta expresa, sobre el tema de la eficiencia y los equilibrios, términos que no dejan de repetirse en los discursos oficiales contra la crisis:

Cuando tu casa está en llamas, no te preocupas de dónde están colgados los cuadros, sino en apagar las llamas lo más pronto, porque lo demás puede esperar. Ahora tenemos que asegurar que la prioridad sea el capital humano, si no queremos perderlo.

–Si México fue el país más afectado por la crisis en Latinoamérica y también lo fue en aumento de pobres, ¿elevar los impuestos en medio de la crisis, como propone el gobierno, puede agravar la situación económica?

–Indudablemente México tuvo casi una tormenta perfecta. La economía global se desbarranca, su socio comercial más importante se desbarranca y dentro de ese socio la industria que más emplea mexicanos, que es la construcción, se desploma, con un impacto en las remesas. Calculamos que las remesas disminuirán este año 10 por ciento respecto de los 20 mil millones de dólares de 2007. Y para rematar, la epidemia de gripe.

Creo que ahora la prioridad es evitar la pérdida de capital humano, evitar problemas de desnutrición, de deserción escolar en adolescentes, evitar la interrupción del sistema de salud básico y preventivo. Todo eso es una reacción natural de la crisis, una crisis que ya está pasando en México. Eso cuesta y es necesario hacer un esfuerzo por el lado del ingreso. Esto no va a ser un peso difícil cuando la economía se recupere, agregó.

–¿Qué es necesario para evitar esas pérdidas sociales que menciona?

–La palabra es inversión. Tenemos forma de saber que exponer a un niño de menos de dos años a dos meses de desnutrición causa pérdida de capacidad cognitiva de por vida. Si eso fuera recuperable, a la sociedad le sale más caro que invertir en nutrición infantil. Para el caso específico, esto cuesta. Hay que asegurar que los presupuestos están protegidos. Y en el caso de Latinoamérica ése es un problema que teníamos, que cuando venía una crisis se hacían recortes generales.

En este punto, insistió en que todo discurso más eficientista debe ser dejado para el momento de la recuperación. Lo primero, dijo, es ayudar a la gente que cayó o va a caer en la pobreza a consecuencia de la crisis.

–¿Entonces, no estaría del todo mal un poco de más flexibilidad en el manejo de las cuentas fiscales?

–El balance entre la disciplina económica y la solidaridad social es el camino a seguir. No se puede ignorar la realidad de la cuenta; si no hay, no hay, y endeudarse por lo general no es buena idea. Al mismo tiempo, se necesita ver primero por las necesidades sociales. Un punto de convergencia es realmente la eficiencia en el gasto, sacar todo el jugo a cada peso gastado.

Todos los programas se pagan con impuestos, no hay muchas sorpresas en esto, es natural que así sea. Creo también que cuando uno ve la presión impositiva en nuestros países se da cuenta de que nos falta hacer muchas cosas. No todo son tasas impositivas, mucho es administración impositiva, pero aun así el nivel de informalidad es muy alto.

Tarea pendiente

Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, aseguró que la crisis económica de este año interrumpió seis años de crecimiento en la región, periodo en que 60 millones de personas salieron de la pobreza.

Además del aumento en el número de pobres este año, calculado por el organismo entre 9 y 10 millones de personas, los indicadores sociales de la región permanecen debajo de los observados en otros países de ingreso medio, dijo Cox, al participar también en la Conferencia de las Américas.

Comparada con el este de Asia o Europa oriental, la mortalidad infantil es más alta en Latinoamérica; el aprovechamiento educativo, menor; la infraestructura básica está menos desarrollada y la disparidad en el ingreso es mayor, expuso Cox.

La directiva del organismo consideró que, a diferencia de otras regiones, el camino para la recuperación económica en la región puede ser más corto. En Latinoamérica, dijo, la crisis no ha provocado una masiva devaluación de las monedas, colapsos bancarios, incumplimiento en el pago de deudas o fugas de capitales. El próximo año, el conjunto de países crecerá alrededor de 3 por ciento, después de una caída de 2 a 2.5 por ciento en 2009.