El ex presidente no ha podido terminar de reaparecer políticamente
Martes 29 de septiembre de 2009, p. 8
El diputado panista Javier Corral Jurado afirmó que sí se entrevistó en tres ocasiones con Carlos Salinas de Gortari, a petición del ex presidente, pero sólo para tratar temas que a éste le interesaban, y las reuniones fueron concertadas mediante terceros, como el comandante Fidel Castro.
En conferencia de prensa, rechazó que Salinas sea su adversario político, y consideró que lo acusó de pedirle favores no sólo por su demanda de que se le llame a declarar sobre los presuntos vínculos de Raúl Salinas con el narcotráfico, como aseguró el ex presidente Miguel de la Madrid, sino porque no ha podido terminar de reaparecer políticamente. El descrédito lo persigue, no termina por recomponer su pasado
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“Rechazo, de entrada, de manera absoluta y contundente, que le haya pedido favor alguno. Lo emplazo a que señale qué tipo de apoyo le he pedido… Tengo muchos pecados, muchas limitaciones y debilidades, pero el dinero no es una de ellas”, aseguró.
Corral indicó que Salinas pretendió manipularlo porque buscaba aliados contra Televisa y Ernesto Zedillo
, aunque después me enteré de que presidía reuniones en la televisora y había firmado un memorando de buen entendimiento con la empresa
.
También, dijo, Salinas le pidió concertar una cita con el entonces secretario de la Contraloría, Francisco Barrio, para abogar en favor de Rogelio Montemayor en la investigación por el Pemexgate.
“En el segundo encuentro, me trató el caso del Pemexgate y expuso su certeza en la inocencia de Montemayor: ‘incapaz de llevar a cabo un hecho así’. Hasta donde entiendo, Barrio jamás lo vio”, relató.
Explicó que el primer encuentro fue en 2001, en La Habana, a petición de Fidel Castro. Salinas se sentía particularmente maltratado por los medios, me contó de la persecución de Zedillo en su contra, que lo desprestigiaba por envidia y para sacudirse del error de diciembre, y se quejó amargamente de Liébano Sáenz
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El segundo y el tercer encuentros, afirmó, fueron a petición de José Carreño Carlón.