A tres días de los fatídicos hechos ocurridos en el Metro Balderas, el director de este Sistema de Transporte Colectivo, Francisco Bojórquez, anunció una inversión de 50 millones de pesos para la adquisición de 350 detectores fijos de metales que se colocarán en toda esta red de pasajeros y evitar el paso de armas de fuego o punzocortantes, así como para concluir la colocación de 3 mil 101 cámaras de videovigilancia.

En entrevista, el funcionario detalló que desde el sábado han sido revisadas 150 mil personas de manera aleatoria con el detector Garrett, y justificó: los hechos registrados en la estación Balderas, donde murieron dos personas y ocho resultaron lesionadas, nos obligan a extremar precauciones.

Incluso, dijo que se capacitarán a los elementos de las policías Auxiliar y Bancaria e Industrial que se tienen contratados por el organismo para que sepan utilizar la tecnología, así como en rearmado de ruptores de emergencia en trenes, manejo del estrés y derechos humanos, y puedan atender cualquier problema que se presente en las instalaciones del STC-Metro y prevenir así hechos como los del viernes pasado.

El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, recibió ayer a la familia de Esteban Cervantes, el soldador que fue asesinado cuando pretendía desarmar a Luis Felipe Hernández Castillo, y ratificó su disposición a apoyarlos. A su esposa, Martha Grimaldo, de 58 años, le ofreció ayuda médica, además de un seguro de vida que recibirá esta semana; becas para sus nietos, de 16 y 14 años; asesoría jurídica en la tramitación de la pensión, y atención sicológica para todos.

Se trata de una familia muy humilde que no ha exigido nada ni busca aprovecharse de la situación, pero a la cual la ciudad y su gobierno deben dar por lo menos igual apoyo al otorgado a familiares de Víctor Manuel Miranda, el policía muerto también en la estación Balderas.

Mi único delito: realizar pintas

En el Reclusorio Oriente fue presentado en la rejilla de prácticas Luis Felipe Hernández Castillo, quien se reservó el derecho a declarar ante el juez penal 56, y exigió que lo trasladen a un juzgado federal.

Alegó que su delito fue realizar pintas en paradas de autobuses, teléfonos públicos, ventanillas del Metro y haber distribuido volantes en los que advertía sobre el crimen masivo a que nos conlleva (Felipe Calderón), con los engaños y perjuicios.

En la audiencia, encabezada por la juez Beatriz Elena Moreno, quien habrá de determinar si lo procesa por los dos homicidios que cometió y por las lesiones causadas a varios usuarios, Hernández Castillo confesó que mató al policía y al soldador por reprimirme de dar a saber mi verdad.

Por lo pronto, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal envió un desglose de esos hechos a la Procuraduría General de la República para que finque cargos por el delito de portación de arma, y abrirá la averiguación previa correspondiente.

Sobre este asunto, la Iglesia católica consideró esos hechos, y los constantes homicidios y crímenes en todo el país, producto de la situación social y económica, como un detonante peligroso que se puede repetir, por lo que deseó que la paz, seguridad y una vida digna no se alcancen a precio de sangre.

También como parte de las acciones que se realizarán luego de esas muertes, el GDF anunció que a fines de año el Metro quedará limpio de vagoneros, e iniciará pláticas con la Asamblea Legislativa para retirar los puestos de ambulantes ubicados fuera de las 175 estaciones, a fin de eliminar uno de los problemas que generan mayor inseguridad en el servicio.