Un nuevo ataque armado contra un centro de rehabilitación para adictos a drogas de Ciudad Juárez, Chihuahua, dejó 10 muertos y dos heridos de gravedad; autoridades policiacas reportaron entre martes y miércoles otros 25 asesinatos en la entidad, incluidos dos crímenes múltiples.

En ese lapso, otras 20 personas fueron ejecutadas en Baja California, Michoacán, estado de México y Durango, entidad esta última donde la víctima fue un agente federal. Dos más fueron levantadas en Michoacán. Además, en Guerrero se encontraron cuatro cráneos con orificios de bala.

Alrededor de las 22:50 horas del martes, un comando irrumpió en el centro de rehabilitación Anexo de Vida AC, ubicado en la colonia Barrio Azul, y con armas largas mataron a siete internos, a Hiram Ortiz, encargado del lugar, a un médico y a una mujer. Otras dos personas resultaron heridas.

El ataque es el sexto en un año contra centros de rehabilitación para adictos. El anterior ocurrió el pasado 2 de septiembre, cuando presuntos sicarios del narcotráfico irrumpieron en el albergue denominado Aliviane, formaron a 18 sujetos contra una pared y los acribillaron; otros seis individuos resultaron lesionados.

Tras el nuevo ataque, el secretario de Seguridad Pública estatal, Víctor Valencia, anunció la clausura de 10 centros de rehabilitación para adictos en Juárez para evitar que la lucha entre los cárteles siga costando vidas.

Corporaciones de Chihuahua reportaron otros 25 homicidios entre martes y miércoles. A las dos de la mañana de ayer, un comando entró al bar Kokobongo, en Ciudad Juárez y ultimó a cinco personas con rifles AK-47.

Antes, la tarde del martes, cinco jóvenes fueron acribillados en un sitio de lavado de autos del fraccionamiento Alamedas, también en esa localidad fronteriza.

En tanto, un agente de la Policía Federal aún no identificado, y un civil que lo acompañaba fueron asesinados afuera de la delegación de la Procuraduría General de la República en Juárez. Una tercera persona quedó herida.

Ejecuciones en otros estados

En menos de 12 horas, 10 hombres fueron ejecutados en Tijuana, Baja California. A medianoche del lunes, policías locales encontraron un automóvil abandonado en la delegación Playas de Tijuana en el que habían seis cadáveres calcinados y desmembrados. Otros cuatro individuos fueron ultimados en esa urbe fronteriza durante la madrugada del martes.

En Sinaloa, el crimen organizado dejó un saldo de seis muertos. Destaca el asesinato de tres integrantes de una familia (Leonardo Beltrán, su esposa Guadalupe Galván, quien tenía ocho meses de embarazo, y un menor de 12 años, al parecer hermano de Leonardo), quienes fueron acribillados por un comando en el municipio de Elota.

En Culiacán fue hallado el cuerpo del policía municipal Juan Manuel García Rojo, adscrito a la coordinación de ejecución de órdenes de aprensión, quien había sido levantado la tarde del lunes.

En la ciudad de Durango, la noche del martes el policía federal Fausto Javier Rodríguez Gómez fue ultimado a balazos en el restaurante Las Brasas, a 10 cuadras de donde dos horas más tarde el gobernador Ismael Hernández dio el grito de Independencia.

La jornada violenta de martes y miércoles concluyó con el homicidio de otras tres personas en el estado de México y Michoacán donde, además, dos sujetos fueron levantados. En Guerrero, la policía descubrió cuatro cráneos con orificios de bala en el municipio de Chilapa.

En Guanajuato, un grupo armado privó de la libertad al ex dirigente estatal del PRI, Jorge Núñez López. En tanto, la Policía Investigadora de Sonora informó que el comandante Ramón Ontamucha y el agente investigador José Ángel Pérez, asignados a la base operativa de la corporación en el municipio de Rosario Tesopaco, fueron secuestrados por desconocidos.

En el municipio de Miguel Auza, Zacatecas –donde el lunes el convoy de la gobernadora Amalia García fue atacado por desconocidos– policías federales y ministeriales de la entidad se enfrentaron con presuntos criminales. Hasta el cierre de esta información no se conocía el saldo del tiroteo.

Detiene Ejército a jefe policiaco de Santiago, NL

Francisco Javier Villarreal, secretario de Seguridad Pública y Vialidad del municipio de Santiago, Nuevo León, y Alejandro Salazar, comandante de la corporación, fueron detenidos por soldados y trasladados a la Séptima Zona Militar, por su presunta relación con la delincuencia organizada.

Rubén Villalpando, Antonio Heras, Javier Valdez, Irene Sánchez, Sergio Ocampo, Ernesto Martínez, Silvia Chávez, Carlos García, David Carrizales, Alfredo Valadez, corresponsalía en Durango, Notimex y Afp