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Dice que perdona a los agentes de la AFI que en 2006 la acusaron de plagio

Yo soy quien estuvo secuestrada, señala la indígena Jacinta Francisco al dejar la cárcel

Agradece a quienes la apoyaron para recuperar su libertad; creo que nunca se me va a olvidar

Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 17 de septiembre de 2009, p. 15

Amealco de Bonfil, Qro., 16 de septiembre. Para Jacinta Francisco Marcial, ella es la que estuvo secuestrada durante tres años por un delito que no cometió, como quedó demostrado. Los tres años ya pasaron y, aunque me paguen con dinero, no se pueden recuperar, dijo tras salir a la una de la madrugada de este martes del penal femenil de San José El Alto.

Desde la puerta de su domicilio en Santiago Mexquititlán, municipio de Amealco, indicaba a los representantes de los medios de comunicación que hasta este jueves daría una conferencia de prensa, pues en ese momento se encontraba cansada.

Ante la insistencia de los comunicadores, se acercó a la pequeña barda que separa su casa de la calle y agradeció a los ciudadanos y organizaciones que la apoyaron.

Ya estoy en mi casa, dijo, como para estar segura de que así era, pues al llegar de madrugada no pudo dormir. Yo no podía saber si estaba en mi casa; pero sí, ya estoy aquí, no lo puedo creer todavía, señaló.

Con dificultad para hablar español, la indígena indicó que tratará de olvidar el encierro vivido en la prisión, principalmente el haber estado alejada de su familia durante tres años; pero creo que nunca se me va a olvidar todo.

Dijimos la verdad, pero les creyeron a ellos

Lamentó la errónea procuración de justicia. “La ley así es, y aunque uno diga la verdad te toman como culpable (…) ellos (los policías federales) dijeron muchas cosas que no eran ciertas y les creyeron más porque son agentes, y a nosotros que estábamos declarando decíamos todo lo que es la verdad, no nos hacían caso”.

Francisco Marcial dijo que perdona a los seis elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) que la acusaron de haberlos secuestrado: yo les perdono para que Dios me pueda perdonar, dijo.

Señaló que serán sus abogados quienes determinen si exigirá indemnización por el daño que le ocasionaron al permanecer tres años encarcelada por un delito que no cometió, aunque indicó que si los agentes federales son castigados ya no se puede resolver las cosas; lo que pasó, pues ya pasó.

Confió en que el abogado Raúl Olvera Ochoa, a quien contrataron sus familiares para que llevara su caso, pero no hizo nada, le regrese el dinero invertido, pues los miembros de su familia están endeudados económicamente.

Sobre Teresa González y Alberta Alcántara, también indígenas de esta comunidad acusadas por el delito de secuestro contra los seis federales, confió en que pronto obtengan su libertad.

El lunes pasado, el juzgado cuarto, con sede en la capital queretana, cerró la instrucción para ya no recibir más elementos de prueba como parte del proceso jurídico, y el martes, la Procuraduría General de la República (PGR) turnó las conclusiones no acusatorias contra Jacinta, por lo que la madrugada este martes obtuvo su libertad.

En 2006, elementos de la ahora desaparecida AFI arribaron a Amealco de Bonfil para decomisar artículos piratas. Ante los reclamos de los vendedores por los destrozos causados, los agentes ofrecieron pagar 80 mil pesos, pero luego señalaron que habían sido secuestrados y acusaron a tres indígenas, entre ellas Jacinta, quien fue sentenciada a 21 años de prisión por el juez cuarto de distrito, Rodolfo Pedraza Longi.

El Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez intervino como defensa de la acusada y demostró que no existían pruebas contra Jacinta Francisco, por lo que el Poder Judicial ordenó reponer el caso, pero con el mismo juez para que se presentaran nuevos elementos de prueba.

Interrogada sobre el significado de la libertad, Jacinta expresó frases en ñañú y al final las tradujo: pues gracias, ya estoy con mi familia, y muchas gracias.