Si la diplomacia es palanca de desarrollo, ¿por qué es excluida del decálogo?: Milton Muñoz
Domingo 6 de septiembre de 2009, p. 13
Al referirse al tercer Informe de gobierno del presidente Felipe Calderón en materia de política exterior, Tomás Milton Muñoz, académico especializado en asuntos internacionales, criticó ayer que el documento no aborde el tema de la imposición del visado canadiense a los mexicanos ni se haga mención del problema de corrupción que se ha detectado en el consulado de Dallas, así como de las investigaciones correspondientes.
Agregó que a lo largo del apartado referido a la política exterior se destaca la importancia de la participación de México en foros internacionales, pero no se termina de explicar cuál es la relevancia, por ejemplo, de que el país ocupe un sitio en el Consejo de Seguridad de la ONU y cuáles son los beneficios prácticos que esto da a la población.
Por su lado, Isabel Studer, directora del Centro de Diálogo y Análisis sobre América del Norte (Cedan) del Tecnológico de Monterrey, consideró que no debe sorprender el hecho de que el tema de la política exterior en la mayoría de los informes presidenciales tenga poco espacio, pues se trata de una cuestión que no es considerada prioritaria en el ámbito interno.
Me parece que eso es un error, porque en un país cada vez más integrado a Estados Unidos y al mundo por el proceso de globalización, crecientemente los asuntos internos están vinculados con los internacionales, puntualizó.
Si bien hay una tendencia en todo el mundo a no considerar como centrales los tópicos de política externa –dijo– podría haber una decisión más estratégica e integral, de trabajar en el extranjero para reforzar y apoyar los planes y los objetivos domésticos. Sin embargo, ello implica tener claridad de cuáles son las prioridades internas; pero prioridades, porque este gobierno sólo ha tenido una, que es la seguridad.
Después de la coyuntura de las elecciones y sus resultados –agregó– se observa que hay una idea del cambio. Hay un intento de equilibrar la acción del gobierno y un mayor énfasis en atacar la crisis económica. Si lo que interesa es lograr la recuperación económica, ya se hubiera puesto éste como el tema central en la agenda con Estados Unidos y Canadá. Ello, por ejemplo, permitiría coordinar una política para dar un impulso a los sectores más integrados, como la industria automotriz.
Sobre las visas canadienses, refirió que su imposición revela una falla de operación política por parte de la cancillería y de la embajada en el sentido de buscar aliados en Canadá que a la mejor hubieran mejorado la capacidad de negociación de México. En este sentido, manifestó que a los mexicanos no les gusta intervenir en asuntos internos de otros países, pero hay ciertos temas en los que se requiere que los diplomáticos del país traten de influir, justamente para defender nuestros intereses, añadió.
Académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Tomás Milton Muñoz destacó que el actual gobierno ha insistido en usar la política exterior como una de las palancas de desarrollo del país, pero en ningún momento se toma en cuenta este elemento en los 10 puntos propuestos por Calderón.
Lamentó que tampoco se mencione el proceso de selección de los diplomáticos que representan al país en el extranjero, al referirse al embajador en Canadá, Francisco Barrio, a quien se ha acusado de falta de herramientas diplomáticas para evitar que el problema de las visas estallara.