La Confederación Nacional Campesina (CNC) advirtió que México enfrenta la amenaza de la hambruna en 2010 por falta de un programa emergente para atender el impacto de la sequía, que ha causado la pérdida de 80 por ciento de la producción de frijol y 50 por ciento de maíz blanco en todo el territorio.

Durante la clausura del congreso nacional cenecista, Cruz López, dirigente de la central, acusó a la administración federal de minimizar el problema de la ausencia de lluvias en el campo; cuando las cifras indican que el país enfrentará en los próximos meses problemas para importar granos básicos porque no existen inventarios internacionales.

Acompañado por el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el priísta César Duarte, y el secretario general del PRI, Jesús Murillo Karam, Cruz López preguntó: ¿Cómo explicarle al pueblo de México la sordera a propuestas tan elementales como la integración de una reserva estratégica? Más ahora, cuando estamos padeciendo una sequía de grandes proporciones, aseguró.

Tecnócratas insensibles

Más tarde, en entrevista, el dirigente expresó temor de que la gente radicalizada pudiera regresar a acciones que no nos convienen en el país, si el gobierno no ofrece mecanismos de apoyo alimentario.

En su intervención, manifestó que entre las acciones inmediatas para evitar que en el medio rural se den casos de hambruna, sobre todo entre los más de 3 millones de productores de autoconsumo de maíz y frijol, el Presupuesto de Egresos deberá considerar recursos suficientes orientados al impulso de programas de distribución de granos alimenticios y fomento productivo para los próximos 10 meses.

Ante la situación crítica que se enfrenta en el país, dijo, el gobierno federal –junto con estados y municipios– debería estar pensando en un programa emergente de producción de los cultivos afectados, en especial de maíz blanco y frijol, en todas las tierras donde haya condiciones de siembra y cosecha durante el ciclo otoño-invierno 2009-2010.

El legislador electo adelantó que diputados y senadores discutirán sobre el tema y replantearán los programas preventivos y de remediación, así como la forma de otorgarles suficiencia, para que los afectados recuperen su capacidad productiva.

Sostuvo que en el gobierno federal hay toda una campaña orientada a denostar los apoyos y subsidios con un purismo tecnocrático insensible, que califica al campo de barril sin fondo.