Tras rechazar que el esquema de concesiones que propone el gobierno capitalino en cuanto al manejo y distribución del agua para el año próximo implique una privatización del servicio, el doctor David Barkin, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), consideró que abrir este servicio público a la iniciativa privada es casi la única alternativa que le queda a las autoridades del Distrito Federal, ante el problema financiero que padece y la incapacidad del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) para enfrentar los retos que se tienen en este ámbito.

En entrevista aseguró que si hasta ahora las cuatro empresas privadas que manejan, por ejemplo, la instalación de medidores, la lectura y cobranza del líquido no han sido tan eficientes como se esperaba, deberán corregirse esas situaciones en las concesiones que se otorguen para 2010, pero hizo énfasis en que el rubro que no deberá soltar el Gobierno del Distrito Federal es el de las tarifas. “Ahí –dijo– deberá mantenerse la rectoría, porque sería políticamente suicida cederlo a la iniciativa privada.”

Incluso, expresó que las experiencias que se viven en otras ciudades del país que decidieron dejar en manos de empresas particulares el control y fijación de las tarifas, como Aguascalientes, Saltillo y Cancún, no han sido afortunadas y han generado muchos problemas con los ciudadanos.

Por lo que hace al papel que hasta ahora han tenido las cuatro empresas que en la ciudad de México se encargan de algunos aspectos relacionados con la dotación de agua a la población, dijo que en el contrato original que firmaron con el entonces Departamento del Distrito Federal, tenían también que haber tomado bajo su responsabilidad el mantenimiento y reparación de toda la red secundaria, y es evidente que no lo hicieron. Realizan la parte de cobranza, y como lo sabemos, eso sigue siendo una bronca muy grande.

Fue más allá al señalar que esas firmas “han creado muchos problemas, porque han hecho cobranza en casos donde la gente no recibe un servicio adecuado. De hecho, creo que –considerando 15 años– no han hecho los avances que uno hubiera esperado y que la ciudadanía merece y necesita”.

Para el investigador de la UAM Xochimilco, en 2005 se renovó la concesión que tenían, y ahora para 2010 se volverá a renovar. Entonces lo que van a proponer es que no se renueven los contratos con las empresas en los términos que actualmente los tienen, y lo van a relicitar, supongo, o poner para una nueva licitación, con una base mucho más amplia de participación, con la esperanza de que nuevas empresas entren y tomen en serio lo que es realmente uno de los grandes problemas de la ciudad, que es el mantenimiento y reparación y modernización de la red de distribución secundaria, agregó.