Senadores de PRI y PRD manifestaron su total rechazo a la reducción presupuestal que se pretende aplicar a las universidades públicas, y exigieron que en lugar de esa medida, el gobierno federal haga recortes al gasto corriente, en delegaciones en los estados y en las 70 subsecretarías que no sirven para nada, así como evitar el desvío de recursos con el pago a más de 100 mil personas adscritas a plazas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que en realidad hacen trabajo político para Nueva Alianza.

El priísta Carlos Jiménez Macías calificó de absurda la decisión de reducir el presupuesto de la educación superior, cuando el país está en el último lugar de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en esa materia y con desafíos mayores en el sector.

Agregó que el país necesita hacer un gran esfuerzo para dejar esos lugares, y no tener 6 millones de mexicanos analfabetas, más de 7 millones que no termina primaria y casi 12 millones que no concluye la secundaria. Si no entendemos que este es el gran desafío, estamos mal, resaltó.

Jiménez Macías dijo que debe recortarse el gasto corriente, sueldos, bonos y en las delegaciones en los estados que no se justifican y en las 70 subsecretarías que no sirven para nada.

Añadió que el PRI buscará que no se reduzca el presupuesto a las universidades públicas, y consideró viable una alianza con el PRD en la Cámara de Diputados para conseguir tal propósito.

El perredista Graco Ramírez resaltó que no debe haber ningún recorte en el gasto de educación y exigió que se haga una auditoría al nivel básico, pues hay cerca de 100 mil personas que no trabajan y cobran indebidamente.

Aseguró que puede hacerse un importante ahorro si se evita ese desvío de dinero a gente que trabaja con Elba Esther Gordillo. Se trata, explicó, de disque maestros con plazas de supervisores y de tiempo completo, pero que no laboran en el sector educativo desde hace muchos años y hacen trabajo político para Nueva Alianza, para el PRI y que el PAN no se atreve tocar.

Refirió que ahí hay una fuga millonaria y si se hacen auditorías, se podrá cuantificar que es mucho más de lo que se pretende recortar a las universidades.