La Confederación de Trabajadores de México (CTM) y agrupaciones laborales de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) expresaron su preocupación por las condiciones del país en materia económica y social, e indicaron que, de mantenerse la mala situación laboral, se corre el riesgo de que haya conflictos sociales, como ya alertan diversos sectores.

En la UNT reprobamos que la miseria a causa de la crisis no se refleje en los diputados, quienes ejercen el dinero público, por ejemplo, en gastos médicos de más de 5 millones de pesos para cada legislador, adicionales a millonarias dietas, bonos y salarios, así como en el pago de viajes en avión y peaje de casetas, manifestó el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM).

En el frente de gremios independientes “existe un ambiente de indignación porque no es posible que a las universidades públicas se les imponga un recorte de 800 millones de pesos, que para la máxima casa de estudios representa más de 200 millones.

Lo que Hacienda debe hacer es quitarles al menos 50 por ciento de gasto a los partidos políticos y a instituciones como el IFE, la CNDH y la SCJN, que dan pena por la manera en que se comportan, manifestó Carlos Galindo, secretario del exterior del STUNAM.

Lamentó que, cómo siempre, se llame al grueso de la sociedad a amarrarse el cinturón mientras que los funcionarios de primer nivel de los tres poderes y de los partidos políticos, siguen en jauja.

A unos días de que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, reconoció que México enfrenta un shock financiero, el legislador y vocero de la CTM, Patricio Flores, recomendó al gobierno federal recordar la historia nacional y las condiciones sociales que imperaban en el territorio nacional 200 y 100 años atrás.

Indicó en entrevista que en la central obrera estamos preocupados por las condiciones económicas en las que la administración de Felipe Calderón mantiene al país y que se prevé empeorarán; además de que el mandatario habla de recuperación de empleos sin ofrecer resultados palpables, sólo un optimismo no muy bien fundado.

Nos preocupa en conjunto la situación, por las cifras otorgadas sin resultados duraderos y por la crisis que se alarga. Otros países anuncian que empiezan a salir, pero hablan también que tardarán ocho o 10 años en alcanzar el estatus que había antes de la crisis y nosotros decimos que estamos realmente en plena alza, que ya tocamos fondo; eso, la verdad, no nos genera confianza de que estemos en lo cierto, aseguró.