La Paz, 22 de agosto. Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, coincidieron en exigir el retorno inmediato e incondicional del presidente hondureño Manuel Zelaya a sus funciones constitucionales.

Durante una visita del mandatario brasileño al trópico de Cochabamba, bastión político de los productores de hoja de coca de los que es además líder el mandatario boliviano, ambos mandatarios y sus colaboradores firmaron varios acuerdos, entre ellos el de investigación y desarrollo tecnológico del litio del salar de Uyuni y el financiamiento de una carretera que unirá dos regiones del país: Beni y Cochabamba, mediante el cual Brasil aporta un financiamiento de 332 millones de dólares, de los 415 millones del costo total de la obra, que ejecutará la empresa brasileña OAS.

Brasil se comprometió a instalar en el país un centro de formación tecnológica para los jóvenes. Se firmó también un acuerdo de cooperación en defensa civil y humanitaria.

Durante el acto principal, realizado en Villa Tunari, Lula anunció que ayer publicó un decreto mediante el cual Brasil comprará textiles bolivianos, con arancel cero, hasta por 21 millones de dólares, equivalentes a la pérdida sufrida por los industriales de Bolivia a causa del retiro de las preferencias arancelarias estadunidenses en el ATPDEA, medida tomada por Estados Unidos al considerar que Bolivia no coopera lo suficiente en el combate al narcotráfico.

Según medios locales y brasileños, Morales gestionaría durante la estancia de Lula da Silva el pago de una deuda por 300 millones de dólares de Petrobras a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), acumulada desde 2007, cuando Lula da Silva se comprometió a pagar un reembolso de 100 millones de dólares al año, por los componente líquidos que lleva el gas boliviano –gasolina, gas licuado y etano–, que Bolivia no puede recuperar por carecer de una planta separadora de líquidos.

Otra deuda que estaría sobre la mesa es por casi 132 millones de bolivianos de Petrobras a YPFB por los volúmenes de gas que la empresa brasileña ha dejado de comprar a la boliviana, de acuerdo a la claúsula contractual take or pay (toma o paga) que, de acuerdo al diario La Prensa, corresponde a los volúmenes que dejó de adquirir entre 2002 y 2006.

A su llegada a Villa Tunari, Lula da Silva fue objeto de una masiva bienvenida. Medios oficiales estimaron que por lo menos se movilizaron 30 mil personas con sus propios medios, según Morales.

Lula afirmó: La revolución pacífica en curso en Bolivia refuerza mi seguridad de que debemos rechazar todo acto de fuerza. Es esa la lección que hemos aprendido a lo largo de duras décadas de lucha para devolverle la libertad y la paz a nuestra región, por lo que debemos condenar con vehemencia el retroceso político en Honduras y exigir el retorno inmediato e incondicional del presidente Zelaya a sus funciones constitucionales.

Lula le dio un amplio espaldarazo a Morales –quien está en plena campaña en busca de su reelección en las elecciones del 6 de diciembre próximo– al afirmar: Quiero garantizarte compañero Evo, que pienso que tú empezaste una nueva era, Bolivia nunca más será la misma porque este pueblo descubrió que es posible avanzar y ahora que ha conquistado la dignidad y está aprendiendo el valor de la libertad, Bolivia nunca más va a retroceder.

Morales afirmó que cualquier presidente que permita presencia militar extranjera es traidor a la liberación de Sudamérica.

Ojala se acabe la dictadura en Honduras, pero también las bases militares de Estados Unidos en Honduras son los responsables del golpe de Estado, añadió Morales, quien aseguró que primero se debe regionalizar la lucha contra el narcotráfico para que Estados Unidos deje de tener pretextos para intervenir en las naciones para controlar su desarrollo político, social y económico.