Protestan por ausencia de funcionarios y empresarios a una reunión
Sábado 22 de agosto de 2009, p. 29
Juchitán, Oax., 21 de agosto. Cerca de 80 campesinos zapotecas detuvieron las operaciones de al menos 60 de los 93 aerogeneradores instalados en el parque eólico La Ventosa, propiedad del consorcio español Iberranova-Iberdrola, para exigir a las empresas que les paguen 1.5 por ciento de lo que obtienen por la generación de energía eléctrica, y 50 mil pesos anuales por cada hectárea que las firmas utilizan.
Los inconformes se movilizaron en respuesta a que representantes de la empresa, así como de los gobiernos estatal y federal, no llegaron a una reunión pactada para este viernes.
Alejandro Betanzos Pineda, representante de los ejidatarios y pequeños propietarios, dijo que al filo de las 12:30 horas, después de esperar hora y media la llegada de representantes gubernamentales, de Iberdrola e Iberranova, los zapotecas, dueños de la tierra, decidieron detener los aerogeneradores y suspender la generación de energía eléctrica, con miras a que los desarrolladores del parque eólico den respuesta a su demanda.
Indicó que los agricultores ya no quieren negociar con las empresas españolas, porque les han mentido varias veces, y ahora solamente quieren que se lleven sus máquinas a donde sea, pero que las saquen de sus tierras
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Una delegación de los inconformes se reunió a las 17 horas con representantes de Iberdrola e Iverranova, al igual que con representantes del gobierno estatal. Los empresarios pidieron más tiempo para responder a la petición económica de los campesinos, quienes al no obtener un acuerdo, anunciaron que mantendrían su movilización hasta que su demanda fuera cumplida.
Ejidatarios no reciben ganancias
El parque eólico La Ventosa es punto de controversia desde que inició operaciones en 2007.
El 22 de enero pasado, policías federales y estatales impidieron el paso a unos 250 integrantes de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, que marchaban en la carretera Transistmíca para impedir que el presidente Felipe Calderón y el gobernador Ulises Ruiz pusieran en marcha la construcción de cuatro nuevos parques eólicos en la región del Istmo.
Javier Balderas Castillo, director del Centro de Derechos Humanos Tepeyac, afirmó que el megaproyecto eólico transnacional se hizo sin consultar a los pueblos del Istmo, y con engaños a ejidatarios y comuneros, a quienes casi se obligó a firmar contratos con la promesa de que les traería grandes beneficios económicos y empleos.