El Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) sancionó otra vez a la dupla del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y a Televisa, al comprobarse nuevas violaciones, que caracterizaron, según opinión extendida, toda la campaña de ese instituto político.

En esta ocasión la medida es por la difusión de publicidad integrada en una telenovela, en la que uno de los actores –Raúl Araiza, que participó en los promocionales del PVEM– portaba una camisa con la leyenda Soy verde durante la transmisión de tres capítulos de Un gancho al corazón.

Sin embargo, la operación de consejeros que consistentemente han sido proclives a un trato deferente hacia las televisoras permitió convertir la aplicación de una multa de 3 millones de pesos al PVEM y otro monto igual a Televisa, en sólo una amonestación pública. Esto a pesar de haberse comprobado que era publicidad integrada.

Llamó la atención que en este caso, similar al que el Congreso le pidió al IFE una investigación (relacionada con la presunta publicidad ilegal del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, que algunos partidos sugieren que son promocinales integrados), fuera revocada la multa bajo los oficios de los consejeros que llegaron al IFE promovidos por el PRI, encabezados por Marco Antonio Gómez Alcántar, Marco Antonio Baños, Francisco Guerrero y Virgilio Andrade, a los que se les añadió Arturo Sánchez.

El consejero electoral Marco Antonio Gómez Alcántar –al que se le ha ligado al dirigente nacional del PVEM, Jorge Emilio González, y a las televisoras– encabezó la modificación de la sanción, y si bien dijo estar de acuerdo con que efectivamente hubo una violación a la ley con la publicidad integrada, que definió como novedosa, sugirió que solamente debería quedar como amonestación

De manera unánime, los consejeros avalaron la sanción a partir del proyecto elaborado por el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, quien argumentó la ostensible estrategia propagandística del PVEM, la cual no puede disociarse de otros hechos que han sido sancionados: publicidad ilegal de ese partido publicada en las revistas Tv y Novelas y Cambio.

El dictamen de Jacobo Molina indicaba la violación en que habían incurrido la televisora y el PVEM, acreditándose que la participación de Araiza en tres capítulos de la novela con la playera citada era propaganda electoral. “Esta autoridad advierte que Televimex difundió propaganda en favor del Partido Verde a través de la transmisión de diversos capítulos de la telenovela Un gancho al corazón los días 22, 23 y 24 de junio del año en curso.”

Ningún consejero rebatió la ilegalidad, pero operaron para atenuar la multa y dejarla en una amonestación, a pesar de las críticas que conjuntamente el PAN y el PRD lanzaron contra las pretensiones de Gómez Alcántar de minimizar los alcances de la conducta. Según el argumento de que era muy subjetiva la estimación de las sanciones y de la inconsistencia que había tenido el IFE en casos similares, como la aparición del presidente Felipe Calderón en el anuncio de una revista, pidió modificar la sanción, pues en los otros casos no se procedió a multar.

La panista Lariza Montiel argumentó que Araiza había sido pieza importante en la estrategia propagandísitica del PVEM y había participado ostensiblemente en toda la campaña electoral, por lo que el IFE debería tomarlo en cuenta. Al rebatir el argumento sobre otras revistas, dijo que no eran casos similares, puesto que en éste se trataba de un programa pregrabado donde se tenía conocimiento del hecho.

El perredista Rafael Hernández también deploró la tentativa de algunos consejeros de reducir la sanción, dada la gravedad de la falta y lo evidente de que se trataba de la contratación de publicidad electoral. El senador del PVEM Arturo Escobar acusó a la secretaría ejecutiva de actuar poco objetivamente con su partido y elaborar dictamenes sancionando a su partido sólo por animadversión, pero sin sustento legal.

En favor de sancionar en los términos del dictamen hablaron los consejeros Alfredo Figueroa y Benito Nacif, quienes señalaron que no podía tomarse el caso como aislado, sino en el conjunto de la estrategia, como lo definió expresamente el propio Nacif. Al final, a pesar de acreditarse la ilegalidad, sólo se amonestó.