Aunque las sugerencias de la Secretaría de Hacienda para que el Instituto Federal Electoral (IFE) realice ajustes presupuestales implicarían poco más de 20 por ciento de los recursos que el organismo tiene proyectados para gastar en el último trimestre del año, en el instituto se considera complicado alcanzar esa proporción, dado que originalmente ha operado en 2009 con un recorte previo de 700 millones de pesos.

Sin embargo, será hasta el mediodía de hoy cuando los consejeros conozcan y discutan las propuestas de la secretaría ejecutiva del organismo sobre los alcances del recorte para el ejercicio 2009, lo cual se discutiría prácticamente de manera paralela con un ajuste al proyecto original que el IFE había presentado para su presupuesto de 2010.

Entrevistado en Mérida, en una reunión con representantes de organismos electorales locales, el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés, destacó las complicaciones para realizar mayores ajustes para 2010, dadas las responsabilidades del organismo, el papel más preponderante que tiene en las elecciones locales –por la administración de tiempos en medios– y por el hecho de que se realizarán 14 comicios locales el próximo año.

Nosotros no podemos dejar de apoyar a los institutos estatales electorales en la organización de sus comicios, y no podemos básicamente fallarle a los ciudadanos de los estados de la República, que confían en la credencial para votar como el instrumento para sufragar, y eso es prioritario, indicó Valdés.

Sin embargo, aseguró que se aplicarán las medidas de austeridad, intentando que éstas no afecten al personal del instituto, porque el trabajo que hacemos básicamente es con recursos humanos.

En la sede del IFE otros consejeros consideran que si bien se tratará de defender al máximo la planta laboral, en la eventualidad de que el ajuste presupuestal rebase las posibilidades para que el instituto opere razonablemente bien se tendría que acudir a esta medida de recortar el personal, según lo comentó el consejero electoral Marco Antonio Gómez Alcántar.

Agregó que si bien las pretensiones de Hacienda es que se reduzca poco más de 20 por ciento del presupuesto del IFE en lo que resta de 2009, difícilmente podremos alcanzar esa meta, porque en 2009 el organismo ya fue afectado por un recorte preliminar que decretó la Cámara de Diputados desde la aprobación del paquete presupuestal para este año y por el hecho de que el instituto ejerce 53 nuevas facultades que complican la posibilidad de ajustar más los recursos.

Cuestionado sobre el monto del presupuesto que ejerce anualmente el IFE, Gómez Alcántar aseveró que el costo que el país paga por mantener su democracia tiene un vínculo directo con la desconfianza con que se realizan en México los comicios. Destacó que en otros países donde no hay tanto recelo entre los actores en torno a la organización electoral, se ejercen menores recursos.

La confianza que tenemos se sustenta en un aparato burocrático muy grande y una serie de atribuciones del IFE que debe ejercer para lograr certeza y obtener alternancia. Eso debe entenderse así, porque esa es la democracia que hemos construido durante años.

Al referirse a la posibilidad de despidos, puntualizó que el IFE intentará en primera instancia no afectar la planta laboral, pero podría no ser suficiente para los esfuerzos de austeridad que se requieren en la emergencia económica. Sin embargo, consideró que en la eventualidad de que se tuviera que apelar a esta medida, lo más seguro es que esto ocurriría hasta 2010, ya que el despido de personal implica tener el dinero necesario para financiar las liquidaciones de los trabajadores que salgan del organismo y, apuntó, no creo que sea posible contar con esos recursos este año.