Cada dos horas, en la ciudad de México se produce la detención de un adolescente menor de 18 años por cometer un delito de alto impacto social. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), en lo que va del año ha capturado a 3 mil 385, es decir, a diario 14 jóvenes son sorprendidos en la comisión de actos ilícitos como robo a transeúntes, a negocios y vehículos; así como en posesión de estupefacientes y por abuso sexual, sólo por mencionar algunos.

Según la dependencia, las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Cuauhtémoc, Azcapotzalco y Venustiano Carranza, son las que encabezan el mayor número de jóvenes remitidos, ya que en su conjunto concentran 44 por ciento de capturas en todo el Distrito Federal.

Tan sólo en 2008 la policía capitalina capturó a 3 mil 142 adolescentes por robo a personas, casas habitación, de vehículo y a negocios, entre otros; 469 por posesión de drogas como pastillas sicotrópicas, mariguana o cocaína, y 313 por homicidio y lesiones, tanto culposas como dolosas.

Pero la lista es amplia, ya que entre otros delitos cometidos por este grupo de personas se encuentran violación, secuestro y abuso sexual, los cuales suman 43 casos.

Se calcula que en el DF hay una población juvenil de más de 2.5 millones de adolescentes, de los cuales sólo 0.21 por ciento se involucran en algún delito.

Cifras del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal coinciden con las de la SSP-DF, ya que señalan como principal delito en materia de justicia para adolescentes el robo, con 75.8 por ciento.

En ese sentido, con la nueva Ley de Justicia para los y las Adolescentes del Distrito Federal, que entró en vigor en octubre del año pasado, es más fácil procesar a menores de 18 años que hayan cometido delitos no graves, ya que de acuerdo con Sara Patricia Orea, magistrada en justicia para adolescentes del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, antes las resoluciones que emitían los consejeros nunca se elevaban a categoría de cosa juzgada, quedaban abiertas, lo que implicaba que estas personas pasaran internadas más de un decenio en lo que antes se conocía como Consejo Tutelar de Menores.

Actualmente, señaló, existen juicios orales –para delitos no graves– y escritos –cuando las conductas son tipificadas como graves–, que facilitan las audiencias, y no como se hacía en otros tiempos, cuando ni siquiera eran procesados. “Tenemos el caso de Sánchez, un adolescente de 17 años que ingresó al Consejo Tutelar de Menores cuando tenía siete. Al revisar el expediente veo que el crimen que había cometido era haberle aventado una piedra a un policía, al que descalabró. Yo creo que ahora la ventaja esencial (con esta ley) es que se les dota de debido proceso; es una autoridad competente, independendiente y muy parcial quien decide su caso”.

De diciembre de 2008 a mayo de este año el tribunal consignó a 2 mil 429 adolescentes; de ellos, 222 son mujeres, de cuyos juicios sólo 31 por ciento habían sido resueltos por ambas vías (oral y escrita), de las cuales en la mayoría de loscasos fueron sentencias condenatorias.