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Martes 18 de agosto de 2009, p. 26
Eric Daniels, el jefe ejecutivo que hace casi un año llevó a su banco perfectamente bueno, Lloyds TSB, a un matrimonio forzado con uno de veras malo, HBOS, reveló grandes pérdidas en la primera mitad del año, por un total de 6 mil 600 millones de dólares (mdd) en el nuevo grupo combinado Lloyds Banking, con una reserva provisoria de 21 mil 500 mdd para deudas dudosas. Pero hay cierto consuelo en la noción de que el problema al menos se ha contenido, con apoyo en la participación de 43% que el gobierno ha adquirido en el grupo.
En teoría viene en camino más ayuda para el banco a partir del nuevo esquema de protección de activos: el Estado suscribirá 90% de deudas posteriores sobre unos 380 mil mdd de los peores activos luego que Loyd haya cubierto el primer 10%. Cinco meses después de que se anunció este esquema, aún se definen sus detalles con Lloyds y otro candidato, el Banco Real de Escocia (RBS, por su siglas en inglés).
Daniels, aunque no se arrepiente de su precipitada fusión, parece ansioso de volver a la prudencia que hizo de Lloyds una entidad aburrida pero próspera. En los próximos cinco años vencerán activos por unos 330 mil mdd.
La industria bancaria en su conjunto es un poco menos volátil, aunque Northern Rock, rescatado en 2007, reportó una pérdida de mil 194 mdd en el primer semestre de este año, superior a la de 965 mdd de un año antes. Otros tres bancos, Barclays, HSBC y Standard Chartered, tuvieron utilidades, aunque la mayoría obtenidas en el extranjero o en los mercados globales.
Eso deja al gobierno ponderando exactamente cuál es en estos días el vínculo entre los bancos y la economía real. El Banco de Inglaterra ha gastado 206 mil mdd a partir de marzo en apoyo cuantitativo (inyección de dinero al sistema mediante la compra de bonos y otros valores), pero ha visto poco cambio tanto en el rendimiento de la deuda gubernamental como en los préstamos bancarios a firmas no financieras. Las cifras publicadas a principios de agosto muestran que los créditos a fabricantes en realidad se contrajeron de abril a junio, al igual que al comercio mayorista y minorista. El único crecimiento real es en los préstamos a holdings bancarias (es decir, a sí mismos) y en créditos de vivienda.
Los balances de los bancos individuales dicen lo mismo. Los préstamos a fabricantes británicos se contrajeron en más de 32 mil mdd tanto en Barclays como en Lloyds en la primera mitad del año. A otros sectores no les fue mucho mejor. Barclays y HSBC aumentaron sus carteras de hipotecas en Gran Bretaña a 9 mil 900 y 11 mil mdd, respectivamente, pero Northern Rock, que en febrero prometió sumar préstamos para vivienda por 23 mil mdd este año, hasta junio había prestado menos de la décima parte de esa cifra.
Gran parte de las utilidades de Barclays y HSBC vinieron del comercio, sobre todo en divisas extranjeras, productos básicos e instrumentos con tasas de interés. Sin embargo, tuvieron que correr mayores riesgos. Las ganancias complacerán a los accionistas y tal vez también al gobierno, pero no está claro qué tan sostenibles son.
La necesidad de hallar grandes utilidades en algún lado podría precipitar otra racha de préstamos riesgosos en el mercado británico. Ningún banco de ese país gana mucho dinero allá por ahora. La filial del Banco Santander español en Gran Bretaña, con ganancias hasta de 41% en el primer semestre de 2008, va bien, pero las utilidades de HSBC en Gran Bretaña cayeron a la mitad y también las de Barclays han descendido. Aunque hay indicios de que la recesión ha tocado fondo, se espera que aumenten las quiebras de empresas.
Contra este trasfondo, la decisión del comité de política monetaria del Banco de Inglaterra, tomada este mes, de extender el rescate cuantitativo en otros 82 mil 500 mdd da idea de que no se deja convencer por los signos tentativos de recuperación. Pero limitarse a meter más dinero podría resultar una pérdida de tiempo.
Fuente: EIU
Traducción de texto: Jorge Anaya