Surgieron hace más de 20 años, muchos como secuela del terremoto de 1985
El IASIS-DF trabaja para apoyarlos en su desintoxicación y los capacita para el trabajo
Martes 18 de agosto de 2009, p. 35
Surgieron hace más de 20 años, principalmente en 1985, cuando un terremoto de 8.1 grados Richter sacudió al Distrito Federal, derrumbando casas y edificios, pero principalmente destruyendo cientos de familias.
Son los jóvenes de la calle, quienes abundan en delegaciones como Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán; sin embargo, para los capitalinos ya es común verlos deambular drogados o sucios por avenidas, parques y jardines, que han tomado como morada. Detrás de cada persona hay historias de desamor, golpes, abando o vejaciones, en muchos casos a manos de sus familiares.
Ramón Ayala tiene 25 años, de los cuales lleva más de 17 viviendo a la intemperie. Recuerda que llegó de Michoacán a la capital muy pequeño, “mi padrastro me pegaba mucho, aquí se ven las cicatrices en mis piernas, esto me lo hizo él, por eso decidí salirme de la casa y venirme pa’cá”, dice mientras se llevá a la boca una estopa bañada en tíner, a la vez que muestra algunas de las cicatrices que tiene en el cuerpo.
Por su parte, Irving Ramírez, quien a causa de los estupefacientes tiene los ojos hinchados y la mirada perdida, molesto reclama el respeto de las personas cuando los ven. “Como somos sociedad de calle (sic), nos ven feo, nos dicen groserías. Nosotros no les pedimos un taco, pa’ eso nos movemos limpiando carros, vendiendo paletas, hay algunas personas que sí se portan gente, nos traen que la comida, ropa, pero hay otras que nos tratan de la chingada”, expresó.
Ambos jóvenes pertenecen a un grupo de aproximadamente 30 personas que duermen en la esquina de Artículo 123 y Humboldt. Al igual que ellos, hay alrededor de 2 mil 800 personas en situación de calle, de las cuales 35 por ciento corresponde a jóvenes hasta de 29 años y 10 por ciento son menores, según el más reciente censo elaborado por el Instituto de Asistencia e Integración Social del DF (IASIS-DF), que en esta ocasión realizó un recorrido por calles de la delegación Cuahutémoc para brindar a estos adolescentes dónde comer y asearse.
De acuerdo con el titular de la dependencia, César Cravioto, esta ayuda forma parte del programa Brigadas Callejeras, en el que trabajan con aproximadamente 300 jóvenes. Se invita a chavos en esta situación a que asistan a un albergue a bañarse y pasen a uno de los comedores que tenemos en Coruña y Pino Suárez. Además, se les da ropa para que se cambién
, detalló.
El funcionario señaló que en los próximos días trabajarán con un grupo para apoyarlo en su desintoxicación y, posteriormente, capacitarlo para el trabajo. “Si quieren vivir en la calle nosotros no podemos impedirlo, porque es un derecho que tienen, pero si quieren mejorar su entorno vamos a identificar los casos de los chavos que quieren salir de las drogas, para lo cual los llevamos a nuestro centro de Torres de Potrero con el fin de que lleven un proceso de desintoxicación de seis semanas y dejen la droga, y si quieren continuar sus estudios, pues veremos con el INEA.
Veremos en qué grado se quedaron de estudios; si les faltan papeles, les sacamos los papeles de la escuela y sus actas de nacimiento para que puedan continuar. Si alguno de ellos ya rompió el ciclo de las adicciones y quiere un empleo, pues lo capacitamos por conducto de la Secretaría del Trabajo, para que puedan tener un empleo y sean productivos.