El secretario general del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, señaló que hay voces que preguntan por qué los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) no opinamos acerca de la reforma energética, por qué no propusimos sede para la nueva refinería o exigen que nos definamos acerca del robo de combustibles, y aclaró que esta organización no hizo nada de eso porque es institucional.

En su mensaje en la ceremonia del 74 aniversario de la creación del sindicato, que tuvo lugar en la refinería Lázaro Cárdenas, de Minatitlán, Veracruz, el dirigente aseguró que todas esas voces que reclaman posicionamientos de esta organización sobre toda la problemática que enfrenta el sector energético nacional, no entienden la tarea del gremio petrolero mexicano.

No han comprendido que el sindicato petrolero aceptó desde su origen, hace 74 años, el compromiso de no enrarecer ni violentar la vida institucional del país al pretender asumir decisiones que sólo competen al pueblo de México y a sus instituciones, aseguró Romero Deschamps.

El dirigente, quien ha sido cuestionado por la falta de democracia en su organización, inició su discurso precisamente ensalzando la libertad sindical, la emancipación del proletariado y la llegada de los trabajadores al poder.

Viabilidad de Pemex

El dirigente gremial resaltó que hoy, al celebrar el 74 aniversario de la organización y cuando hay nubarrones en el horizonte de Pemex, los trabajadores defenderán la viabilidad de esta empresa, pese a que en las épocas de bonanza y notables excedentes petroleros, a los agremiados nunca les fue cabalmente repercutida esa situación.

Mencionó que con una crisis económica mundial que ha impactado fuertemente el panorama nacional y las importantes reducciones tanto en la producción como en los precios del petróleo, principal ingreso de los recursos del gobierno federal durante décadas, se ha generado un escenario en el que otra vez los trabajadores petroleros tendrán que respaldar a la empresa, y esto lo demostraron en el pasado proceso de revisión del contrato colectivo.

Finalmente, planteó que la etapa mesiánica en este sindicato ya terminó, y sin mencionar directamente a La Quina, se refirió a él al señalar que hoy, con nostalgia del poder, patrocina una disidencia mercenaria que insiste en engañar a la opinión pública.