Ayer, 123 mil aspirantes, 96 por ciento de los 127 mil 783 candidatos registrados, realizaron el examen nacional para obtener plazas docentes, proceso que, lejos de caracterizarse por la transparencia de la información, como han publicitado la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el sindicato magisterial, estuvo marcado por el hermetismo.

También por la desconfianza de algunos docentes, quienes dejaron en claro que si participaron en el concurso fue porque, aunque no creen en él, no tienen otra alternativa.

Ni los observadores de Transparencia Mexicana ni los coordinadores de la prueba, convocada por la SEP y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), accedieron a dar información a la prensa, al señalar que tenían prohibido dar a conocer cualquier dato.

Pero con todo y la campaña publicitaria que la dependencia y la organización sindical han montado alrededor de la transparencia y los beneficios de ese examen, profesores entrevistados externaron su incredulidad en los compromisos que se hacen a partir de la prueba.

En la secundaria técnica 14, una de las 20 sedes de la evaluación en la capital del país, la maestra de historia Mei Leng Acevedo consideró que su vida ha sido un interinato, por lo que necesita una plaza segura. Sin embargo, dijo, hay que ver hasta qué punto es verdad lo de la nueva creación de fuentes de empleo.

Por su parte, la profesora Rosa Martha Ávila manifestó: quiero tener confianza en el proceso, pero todos sabemos que desgraciadamente se manipula la información. Lo que comenta el gobierno no tiene congruencia con la realidad. Si ha habido docentes que aun cuando ganaron el concurso no les dieron su plaza, ello querría decir que esto es pura falacia. Entonces, ¿de qué sirve?

Sin importar que ya eran las 11 horas y había comenzado la evaluación, la maestra Alicia Hernández, de la telesecundaria 32, salió de su salón sólo para expresar que estamos aquí forzosamente por una cuestión de presión. Busco mi basificación y no hay otra alternativa.

Durante la evaluación en esta sede, ubicada en avenida Coyoacán, sólo había una cámara de video para grabar el desarrollo de la prueba de 19 grupos distribuidos en 10 salones. Idealmente, cada salón debía tener 35 concursantes. Uno de los camarógrafos de Canal Izquierdo, que fue contratado para tal fin, dijo que sólo había uno por cada sede en el Distrito Federal.

Por su parte, el coordinador en este lugar de la aplicación, Jorge Sotelo, se negó a dar información elemental, como el número de sustentantes en dicha secundaria. Al mediodía la SEP y el SNTE enviaron un primer comunicado para señalar que todo se inició en completo orden. Luego dieron otro reporte, en el cual el único dato numérico que proporcionaron fue que más de 96 por ciento del total se registró. Es decir, sólo hubo 4 por ciento de ausentismo.

Sólo en Michoacán y Oaxaca no se aplicó el examen. Los maestros debieron responder 110 preguntas, pese a que tenían la idea de que sólo eran 80 reactivos. Sin embargo, desconocían que 30 no serán considerados en su calificación, ya que forman parte de una prueba piloto que realiza la SEP. Esto ocasionó desconcierto y confusión entre muchos. Los resultados se darán a conocer en Internet el próximo 23 de agosto.

En Morelos la prueba se llevó a cabo con un retraso de media hora y algunos aspirantes no aparecieron en la lista y no pudieron concursar por una plaza.

El titular de la Secretaría de Educación en la entidad, José Luis Rodríguez, dijo que se concursó por 889 plazas de primaria y prescolar, y mil 896 horas de secundaria.

(Con información de los corresponsales Rubicela Morelos Cruz y Sergio Ocampo Arista)