Los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia trabajan en la integración de una agenda común para la 61 Legislatura.

Sus próximos coordinadores y algunos de sus diputados en San Lázaro se reunirán próximamente en busca de reimpulsar el Frente Parlamentario Progresista, con tres líneas fundamentales, aprobadas por su consejo consultivo: reconstruir las instituciones de la República, defender los derechos y libertades de los mexicanos y obligar a la rendición de cuentas, además de salvaguardar la soberanía y el patrimonio nacionales.

El coordinador nacional del Frente Amplio Progresista (FAP), el diputado electo Porfirio Muñoz Ledo, informó en entrevista que desde hace varias semanas trabajan al respecto, en tanto Alejandro Encinas, próximo coordinador de la bancada perredista, contactó a PT y Convergencia para promover una estrategia de las más amplias alianzas con las fuerzas de izquierda y progresistas del país.

Entre los tres partidos hay coincidencias, como es el rechazo al IVA en alimentos y fármacos, garantizar recursos para el desarrollo de infraestructura en los estados y municipios y fortalecer el gasto social en el próximo presupuesto.

La agenda del PRD contempla básicamente: federalismo, energía e independencia económica; desarrollo agropecuario, autosuficiencia alimentaria, reforma del Estado y judicial; Estado laico, derechos humanos e igualdad; equidad de género, pueblos indígenas, seguridad pública, educación, ciencia y tecnología; desarrollo sustentable y medio ambiente; políticas laboral y exterior.

Muñoz Ledo explicó que los legisladores del FAP van a la Cámara de Diputados a ganar el debate público y a buscar coincidencias temáticas con otras bancadas. Al PAN parece volver a interesarle la cuestión de la legislación de los medios, y a muchas fracciones nos interesa que no haya marcha atrás en lo que se ganó en la ley electoral, pero que se corrijan insuficiencias. Lo mismo, añadió, hay interés en el tema de la descentralización de la política federal y municipal.

Indicó que para la izquierda es esencial la democracia directa, el referendo, el plebiscito, la iniciativa popular, la revocación de mandato, la participación ciudadana. Las agendas están ahí, lo importante es actuar con total independencia del Ejecutivo y terminar con el mandarinato parlamentario, donde solamente deciden los tres de la foto. También, democratizar el trabajo de la Cámara y sobre todo ser un puente entre el movimiento social y el Congreso.

Es decir, si hay diputados de Televisa, los hay de los gobernadores y de los dueños de los monopolios, nosotros somos los diputados del movimiento social. Así que debemos promover la máxima participación de los intelectuales, de las organizaciones civiles, sindicatos, organizaciones campesinas y del movimiento en general en la vida de la Cámara.

Pero nosotros, acotó el diputado electo, “tenemos que actuar con inteligencia, sin estridencias innecesarias, con propuestas, evitando el cochupo”. Tampoco podemos seguirnos disfrazando de una supuesta izquierda moderna, que es el biombo tras el cual se ocultan alianzas inconfesables. Nosotros queremos ser una oposición clara, leal al movimiento social, consistente, que trabaje de cara a la opinión pública. Tenemos claro cuál es nuestro proyecto y que debemos emplear el fuero para defender al pueblo.

En el FAP, apuntó, no estamos cerrados al diálogo, y el Congreso es el espacio natural para ello. “Lo que estamos cerrados es al cochupo, a las transacciones ocultas, a los intercambios clandestinos que es lo que daña la imagen y disuelve nuestro proyecto político”, advirtió.