La crisis alimentaria de 2008 en México se olvidó cuando ocurrió la actual debacle económica, pero omitirla puede ser fatal al plantearse cómo superar la crisis financiera, advirtió Luciano Concheiro Bórquez, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al participar en la presentación del libro México en la crisis alimentaria global, publicado por la Fundación Heberto Castillo Martínez, el Instituto Maya y la campaña Sin Maíz No Hay País, el viernes pasado, el especialista en desarrollo rural y movimientos campesinos coincidió con algunos de los autores del texto en que dicha situación fue la antesala del problema financiero y en que la economía de los alimentos debe coincidir con la lógica del campesino, no con la del mercado y las grandes trasnacionales. Explicó que este libro, el cual recoge las ponencias del foro homónimo realizado hace un año, presenta una propuesta de cambio de país desde el poder de los consumidores y de los campesinos.

Podemos imaginarnos un México distinto que reconstruye su soberanía alimentaria a partir de la utilización de este poder territorial como un proyecto alternativo de nación, precisó.

Tambén asistieron a la presentación los académicos e investigadores de la UAM Yolanda Massieu Trigo y Arturo León López. Massieu Trigo destacó el enfoque multidisciplinario del libro y dijo que la crisis alimentaria no sólo llegó para quedarse, sino que además apunta a la alza.

León López sostuvo que la crisis alimentaria es estructural, construida históricamente y, por tanto, las soluciones para superarla deben pasar por la modificación del fondo de los actuales modelos económico, político, productivo, social y ambiental.