Recortar recursos a la educación pública no sólo es traicionar nuestra historia, sino preparar el camino para una explosión social, advirtieron dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes alertaron que con una disminución superior a 7 mil millones de pesos en el presupuesto aprobado para este año a la Secretaría de Educación Pública (SEP), vamos camino a un abismo sin fondo.

En tanto, César Navarro Gallegos, especialista en el sector de la enseñanza y catedrático del Instituto de Investigaciones José María Luis Mora, afirmó que la decisión de la administración calderonista de afectar las finanzas públicas de la SEP sólo demuestra un desprecio infinito hacia la educación pública mexicana.

Recortar los recursos a este sector es considerarlo no prioritario, además de evidenciar una profunda ignorancia y perversión en la política presupuestal. Al reducir los fondos públicos que se destinan a educación se profundizan las condiciones de sobrevivencia que afrontan no sólo los centros escolares, sino también millones de alumnos y docentes que carecen de materiales educativos y escuelas dignas, agregó.

En entrevista por separado, Pedro Ramírez Vázquez, líder del magisterio disidente de la sección 36 del valle de México, recordó que son lacerantes las condiciones que se viven en al menos 100 mil escuelas de nivel básico en todo el país, las cuales carecen de instalaciones dignas, porque cuando no falta agua, no hay luz o se está cayendo el techo, o no hay vidrios ni puertas, pero nada de eso se considera cuando se establecen recortes que de una forma u otra impactarán directamente en el aula.

La administración federal actual –dijo– ha caído en un total cinismo al desatender la escuela pública, pues con la Alianza por la Calidad de la Educación quedó muy claro que el objetivo es desmantelar uno de los pocos triunfos del movimiento revolucionario de 1910, que con el esfuerzo de miles de mexicanos se conquistó: el tener una escuela laica, pública y gratuita, que hoy lucha por sobrevivir.

Navarro Gallegos destacó que se recortan recursos “donde no debería tocarse la inversión del Estado, pues hay otros sectores no prioritarios, sobre todo cuando constatamos el despilfarro en que ha incurrido la estructura central del Poder Ejecutivo, pues, en última instancia, si cada dependencia federal debe hacer ahorros, en la SEP se debería privilegiar acabar con tanto aviador”.