El uso de los ingresos petroleros para financiar parte importante del gasto corriente del sector público propició un rezago evidente en la competitividad de la industria petrolera mexicana, sostuvo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su análisis semanal, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial consideró necesario reforzar la capacidad productiva de Pemex, a fin de hacerlo más competitivo, pues se ha comenzado a perder terreno en el mercado mundial, ya que México fue superado como uno de los principales abastecedores de combustibles a Estados Unidos.

Precisó que de 2004 a 2009 la producción diaria de petróleo se ha reducido en 864 mil barriles por día, mientras la plataforma de exportación se redujo en más de 600 mil barriles diarios.

En ese sentido, el CEESP señaló que si bien hubo algunos avances, la mayor atención se ha centrado en obtener ganancias, lo cual en los últimos años ha respondido principalmente a los altos precios internacionales del crudo y no a un mayor potencial productivo.

Posiblemente las ganancias petroleras que se obtuvieron en los últimos años sin tener que hacer mucho por mejorar la capacidad productiva de Pemex, fueron la razón del desinterés por realizar los cambios necesarios para modernizarla y hacerla más competitiva a nivel mundial, apuntó el organismo.

A mediados de julio del año pasado el petróleo nacional llegó a venderse en cerca de 130 dólares por barril, aunque en cuestión de semanas el precio de la mezcla mexicana de exportación se desplomó hasta los 34.22 dólares al cierre de 2008. Este viernes la cotización del crudo mexicano cerró en 66.86 dólares.

El organismo agregó que el desplome de los precios del petróleo, provocado por la disminución de la demanda a causa de la crisis, hizo imposible compensar la menor producción y exportación, lo que puso de manifiesto los problemas que enfrenta la empresa por falta de inversión.

Por otra parte, el CEESP llamó a tomar con cautela los signos de recuperación que recientemente han mostrado algunas variables económicas.

Habría que ser cautelosos en este sentido, puesto que si bien las cosas han comenzado a mejorar de un mes a otro, en comparación con el año pasado la caída sigue siendo considerable, pero sobre todo se debe tener en cuenta que recuperar el nivel de 2008 podría tardar algunos años más.

Dijo que las perspectivas de los agentes económicos comienzan a tornarse un poco más optimistas, lo que posiblemente se reflejará en un ajuste positivo en los pronósticos económicos para lo que resta del año y el siguiente.

Destacó los buenos resultados que mostraron las ventas de automóviles en Estados Unidos durante julio, con un alza de 30 por ciento en el caso de Chrysler y de 12 en el de General Motors, en gran medida gracias al programa de las autoridades estadunidenses para incentivar la renovación de unidades.

De mantenerse en los siguientes meses, representaría un impulso importante para la actividad productiva de México, donde se fabrica buena cantidad de unidades que se consumen en el mercado estadunidense, señaló.

No obstante, criticó que a pesar de que en México se implementó un programa de renovación vehicular similar al de Estados Unidos, hasta el momento no se ven avances importantes.

Habrá quien cuestione esta percepción al considerar que el programa se instauró apenas el 21 de julio pasado, pero hay que ver lo que pasó en el mercado estadunidense en sólo una semana, señaló.