Senadores perredistas y priístas advirtieron que el allanamiento de un templo católico en Michoacán, protagonizado por elementos policiacos el pasado fin de semana, es una muestra de que en el combate al narcotráfico se olvida el escrupuloso cumplimiento de la ley.

Coincidieron en que no bastan las disculpas de la Secretaría de Seguridad Pública por haber ingresado violentamente a una iglesia de Apatzingán, sino que urge una corrección inmediata de los operativos de la Procuraduría General de la República (PGR) y el Ejército contra la delincuencia.

El priísta Castro Trenti resaltó que uno de los aspectos de la reforma constitucional de Felipe Calderón en materia de justicia penal que no se aprobaron fue el de los allanamientos sin la orden de un juez, y deploró que aún así se apliquen al margen de la ley.

Consideró vergonzoso que a pesar de todos los instrumentos jurídicos nuevos que el Congreso ha aprobado, entre ellos la nueva Ley Orgánica de la PGR y la Ley de Extinción de Dominio, los policías entren como rufianes a una iglesia, uno de los pocos lugares que deberían estar a salvo de esta violencia que tanto daño nos hace.

Defensa de la legalidad

A su vez, el perredista Carlos Navarrete advirtió que los templos, como cualquier domicilio particular, no pueden ser allanadas sin orden judicial, por lo que la irrupción de la Policía Federal en una iglesia de Apatzingán violó garantías constitucionales.

Criticó que hayan sido vejados y maltratados todos los asistentes a la misa, ciudadanos sin ninguna responsabilidad, a quienes durante cuatro horas mantuvieron tirados en el piso, amenazándolos.

Recalcó que no se trata de defender a la Iglesia católica, sino la legalidad, porque si se permite que los allanamientos sin orden judicial continúen, se avanzará hacia un Estado policiaco.

Con lo anterior coincidió Castro Trenti, quien recalcó que es obvio que no hubo en ese operativo –ni en todos los demás–, acción alguna de inteligencia ni de coordinación, ya que al presunto narco que se buscaba se le pudo detener antes de que entrara al templo o al salir, para no poner en riesgo la integridad física de quienes estaban en misa, ni violar los derechos humanos de éstos.

Por otra parte, aunque el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, aceptó las disculpas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal por dicho allanamiento, no dejó de expresar su más enérgica protesta por los abusos cometidos por la Policía Federal en ese recinto sagrado, en el que ingresaron sin ninguna orden de cateo y en el momento preciso de la celebración de la santa misa.

El prelado expresó su reconocimiento y apoyo al esfuerzo que el gobierno y las fuerzas del orden público realizan para llevar al pueblo las tranquilidad y la seguridad perdidas, pero exigió que “en la planeación y realización de sus operativos, respeten la dignidad, los derechos y la libertad de las personas”.

Anunció que mañana sábado, al cumplirse una semana de la incursión policiaca para detener a La Troca, presunto operador del cártel de La Familia, en el citado templo se realizará una jornada para pedir al Señor por la paz.

A su vez, la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación, mediante su página electrónica Centro Católico Multimedial, reprobó las críticas a la SSP federal por haberse disculpado con la Iglesia católica.

El gesto es muestra de un cambio significativo en el proceder de las instituciones que ofrecen seguridad en nuestro país, indicó.