Tepic, Nay., 27 de julio. Un boxeador más se debate entre la vida y la muerte. El costarricense Alejandro Timón Martínez sufrió un derrame cerebral por los golpes que recibió del mexicano Juan Alberto Topo Rosas, el sábado pasado en esta ciudad, por lo que se encuentra hospitalizado y lo reportan grave.

Esa misma noche, en Mississippi, el estadunidense Francisco Moncivais fue noqueado en el cuarto episodio por Bobby O’Bannon, lo que le provocó una hemorragia en el cerebro que finalmente le provocó la muerte, en la que era apenas su segunda pelea como profesional.

Unos días antes, el tapatío Marco Nazareth murió por los golpes que recibió en la pelea contra Omar Chávez en Puerto Vallarta. Tres accidentes sobre los cuadriláteros en menos de una semana.

Aunque el peleador tico fue hospitalizado el mismo sábado en Guadalajara, apenas ayer se dio conocer su estado de salud, debido a que su familia había manejado el caso con mucha discreción, pero más tarde la promotora de la velada confirmó la información.

Además del derrame, algunas versiones indican que al púgil se le encontró un problema en el pulmón, que –aseguran los médicos– ya tenía desde antes del combate con el mexicano y que ese malestar pudo impedir que pasara oxígeno al cerebro.

La pelea que sostuvo contra el Topo Rosas fue un choque sin gran alarde técnico, deslucido, pero en el que los contrincantes salieron a darse con todo. Sin embargo, otra vez los números de ambos combatientes eran contrastantes.

Juan Alberto Rosas tiene un récord de 35 peleas, con 30 victoria (25 por vía rápida) y cinco derrotas, mientras Timón Martínez suma 19 combates, 16 ganadas (11 nocauts), dos caídas y un empate.

Al respecto, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), José Sulaimán, pidió revisar con urgencia las medidas de control y extenderlas a todos los peleadores, no sólo para los estelares.

En días recientes fallecieron Marco Nazareth y un boxeador en Mississippi, los dos preliminaristas, por lo que propondré a las comisiones de boxeo de la República Mexicana que se reúnan en un congreso nacional para exigir supervisiones médicas a todos los peleadores, dijo el titular del organismo.

Los púgiles de cuatro y seis rounds son adiestrados por entrenadores y los mánagers sólo se encargan de las figuras o de los campeones, agregó.

Sulaimán insistió en que se debe poner énfasis en la calidad de los boxeadores para evitar confrontaciones en condiciones de desigualdad, además de hacer más estrictos los prepesajes para los preliminaristas.

Mientras los púgilistas que defienden o aspiran a campeonatos cumplen con prepesajes con 30 días de anticipación y una semana antes de la función, los peleadores de respaldo a veces son cambiados de último momento, situación en la que existe poco control.

Definitivamente debemos de ser más estrictos en esto, dijo Sulaimán, quien propuso inclusive indagar no sólo el estado de salud del los peleadores, sino meterse en la vida del mismo para saber si está en condiciones de subirse a un cuadrilátero.

Mientras tanto, en Mississippi, Francisco Moncivais perdió la vida en el que fue su segundo combate profesional. El joven peleó a cuatro asaltos en peso completo contra Bobby O’Bannon, con experiencia de ocho pleitos.

Moncivais, de 21 años, cayó fulminado y trasladado de inmediato a un hospital a sólo dos cuadras del lugar donde fue la función. Horas más tarde fue declarado muerto.