El PAN en la Cámara de Diputados continuó enarbolando la bandera de defensor del gobierno de Felipe Calderón, al que se le debe tener confianza por el manejo económico y financiero en el país. Por el contrario, el PRI insiste en que el Ejecutivo federal ha errado acerca de las necesidades económicas y financieras del país.

Samuel Aguilar, representante priísta, consideró que Felipe Calderón nos demuestra que se mantendrá en la ortodoxia, con gravísimos efectos para la mayoría de los pobres del país. No se quiebra la cabeza pensando en otra clase de alternativas, como hacer más eficiente la capacidad de recaudación fiscal.

Aguilar recordó la postura de la administración en torno a la dramática caída de las actividades económicas y financieras del país, “desde el nefasto catarrito hasta el recorte de los 35 mil millones de pesos al gasto decretado en el mes de mayo pasado, y los 50 mil anunciados anteayer por Agustín Carstens”, señal de que el gobierno federal ha perdido el rumbo.

Recordó también distintas voces de la sociedad que han argumentado que el gobierno debe convertirse en motor de la economía, incrementando el gasto público; sin embargo, la administración federal se encuentra aterrada por su incapacidad para resolver la problemática que ellos mismos generaron. Hace tres años se le entregó a Calderón un país estable, y ahora él lo ha llevado al abismo.

Por su parte, el vicepresidente de la mesa directiva, José Luis Espinosa Piña, defendió sin rubor la actuación de las autoridades financieras y hacendarias:

Quien trae el pulso de la economía es la Secretaría de Hacienda: hace valoraciones precisas con base en el comportamiento de los indicadores, y si en este momento el anuncio es un recorte, creo que tiene fundamento y justificación.

–Diputado, ¿habremos de creerle otra vez a Hacienda?

–Yo creo que tenemos que tener confianza en la Secretaría de Hacienda, tenemos que tener confianza en los indicadores que maneja el Banco de México, porque finalmente esas medidas se toman con responsabilidad.