El chiapaneco retuvo el título mundial pluma de la FIB
Domingo 12 de julio de 2009, p. a35
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 11 de julio. En una pelea completamente deslucida, convertida en pleito callejero, con empellones, caídas por jalones de ambos contendientes como de lucha libre, suspensiones del combate ordenados por el réferi, el local Cristóbal Lacandón Cruz se impuso por decisión unánime en 12 asaltos al tapatío Jorge Coloradito Solís y retuvo el título mundial de peso pluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), esta noche aquí en el Parque de Chiapa de Corzo.
Cruz se desquitó de la derrota que precisamente Solís le propinó hace unos cinco años en un combate escenificado en el Olympic Auditorium de Los Ángeles, California. De ahí que esta función fuera llamada La Revancha.
Desde que sonó el primer campanazo, el campeón defensor se abalanzó sobre el retador tirando golpes sin ton ni son, completamente alocado, atrabancado y haciendo retroceder a su rival, además de ir siempre con la cabeza por delante, al grado de que con empujones y topes provocó dos caídas.
El segundo asalto fue una copia del primero y en el tercero, luego de un cabezazo, Solís sufrió una fuerte cortada en la ceja izquierda, la cual sangró profusamente, por lo que subió el médico de cuadrilátero, quien autorizó que siguiera el combate.
Vino el cuarto asalto con nuevo cabezazo del campeón, pero el réferi ni siquiera se molestó en amonestarlo. La herida sangró más.
En el quinto asalto, Cruz se quejó de un golpe bajo y le restaron puntos a Solís, luego de haberle dado suficiente tiempo al Lacandón para que se recuperara. La tónica siguió igual hasta el duodécimo episodio.
Fue un toma y daca de cabezazos, golpes bajos, empujones. Pese a su mayor alcance, el tapatío no pudo hacer más ante las desorganizadas ofensivas de Cruz, quien finalmente tiró más golpes y fue favorecido por los jueces.