Las víctimas tenían doble nacionalidad; Baeza Terrazas pide que la PGR atraiga el caso
La comunidad de ese credo en Galeana se deslinda de aprehensiones en Madera y de denuncias anónimas que ha recibido el Ejército Mexicano
El gobierno de Chihuahua le ofrece respaldo
Jueves 9 de julio de 2009, p. 34
Chihuahua, Chih., 8 de julio. La Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) colaborará en las pesquisas sobre el homicidio de Benjamín Le Baron y Luis Widmar, dirigentes de la comunidad mormona del municipio de Galeana e impulsores de las redes de inteligencia social en esa región, debido que también son ciudadanos estadunidenses, informó el gobernador José Reyes Baeza Terrazas.
El mandatario solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR) sumarse a las investigaciones y colaborar con el Ministerio Público estatal, como prevé la ley en casos de delincuencia organizada.
Baeza calificó los asesinatos de los líderes mormones de ofensa pública
. Confirmó que la FBI se puso en contacto con la familia de las víctimas y aseguró que el gobierno estatal tiene plena disposición
para trabajar con la agencia estadunidense.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ya se comunicó con el consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez para analizar cómo se llevará a cabo la colaboración, aseguró.
Mientras espera la respuesta del gobierno federal, Reyes Baeza instruyó a la procuradora Patricia González Rodríguez que encabece las investigaciones y permanezca en Galeana hasta obtener resultados, que espera dar a conocer en unos días.
También informó que se busca a los asesinos en el noroeste de Chihuahua, con apoyo de más de 100 elementos del Ejército.
Mientras, la diputación permanente del Congreso local condenó el crimen y aprobó por unanimidad la integración de una comisión especial para indagar de inmediato los asesinatos de Le Baron y Widmar, junto con las autoridades estatales y federales.
Autodefensa comunitaria
Horas antes de ser asesinado, Benjamín Le Baron trabajó en la organización del sistema de autodefensa basado en la creación de una policía comunitaria, y analizó con otros miembros de la comunidad mormona la ley de protección a testigos y la propuesta de ley de extinción de dominio, herramientas con las cuales los habitantes de esa región planeaban hacer frente a los grupos criminales que operan en la zona, dijo Julián Le Baron, hermano del líder asesinado.
Lo que hicieron con Benjamín fue un crimen de lo peor, una vergüenza, una tragedia. No sólo mataron a un dirigente de la comunidad, sino a uno de los hombres más buenos, serviciales y preocupados por la región. Benjamín no hacía mal a nadie; nuestro único pecado es no agacharnos ante los delincuentes
, relató con voz entrecortada, y reiteró la disposición de la comunidad para seguir adelante hasta que se haga justicia.
La voluntad de la comunidad mormona de Le Baron de trabajar con las autoridades estatales en el combate directo al crimen y en la creación de grupos que recibían capacitación de la Secretaría de Seguridad Pública para formar redes de inteligencia civil podría ser el móvil del homicidio de Benjamin y de su cuñado, reconoció el gobernador Reyes Baeza.
Subrayó que a pesar de la indignación que causó el asesinato, los miembros de la comunidad mormona han demostrado que desean seguir trabajando con las autoridades estatales para hacer frente a la delincuencia, por lo que tendrá todo el apoyo
del gobierno estatal, dijo.
En un comunicado, la comunidad de Le Baron se deslindó de las detenciones ocurridas en el poblado de Nicolás Bravo, municipio de Madera, hace algunas semanas, y aseguró que no tienen ninguna relación con las denuncias anónimas que ha recibido el Ejército Mexicano para realizar operaciones en la región serrana.