Inauguran exposición para conmemorar 20 años de la caída de esa construcción
Durante tres días, en 1983, retrató ventanas y puertas amuralladas de la franja de la muerte
El multipremiado artista es considerado el pionero de la fotografía contemporánea alemana
Martes 30 de junio de 2009, p. 4
Berlín. Con motivo del vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín, el Foro Internacional de Fotografía de los Museos Reiss-Engelhorn de Mannheim muestra por primera vez una serie de imágenes tomadas en 1983 por el fotógrafo alemán Robert Häusser, las cuales documentan gráficamente lo que aquel muro significó para Berlín y la población alemana.
Durante tres días el artista fotografió el muro desde la parte occidental y capturó la tensión de la guerra fría, retrató ventanas y puertas amuralladas, alambres de púas, torres de control y letreros de advertencia en la llamada franja de la muerte
.
Las 23 fotografías en blanco y negro, de gran formato, son un testimonio de tono melancólico sobre la división alemana y del continente en dos sistemas e ideologías irreconciliables.
En una de las imágenes se ve la Puerta de Brandeburgo, que sobresale como un gigante detrás del muro que la ha aprisionado, mientras un grupo de personas observan la escena desde un andamio.
Tiempos de opresión
El Muro de Berlín, construido de la noche a la mañana el 13 de agosto de 1961 para contener la creciente migración de ciudadanos germanorientales hacia la parte occidental de la ciudad, fue justificado por la propaganda del régimen de la República Democrática Alemana (RDA) como un muro de protección antifacista
, y durante 28 años fue parte de las fronteras interalemanas, que se extendieron a lo largo de más de 167 kilómetros. No existe cifra oficial, pero se estima que más de 200 personas perdieron la vida en el intento por cruzar a la parte occidental hasta el 9 de noviembre de 1989, cuando cayó el muro.
Desde joven, Häusser, nacido en 1924, vivió represalias en un Estado totalitario, primero durante el nazismo y luego en la RDA. Su padre, acusado por los nazis de conspiración, fue enviado al campo de concentración de Dachau, en Baviera, para prisioneros políticos.
Durante el nazismo nos fue muy mal, pasamos hambre, fueron tiempos de opresión
, recuerda. Häusser fue obligado a ingresar a las juventudes hitlerianas, luego entró al ejército y fue prisionero de las fuerzas estadunidenses hasta 1946.
Posteriormente vivió siete años en lo que se llamó primero zona soviética
y, a partir de 1949, la RDA. Su renuencia a afiliarse al partido Socialista Unificado Alemán (SED), así como sus contactos con Occidente, lo hicieron sospechoso a ojos del régimen, que lo vigilaba e interceptaba su correspondencia, hasta que optó por emigrar en 1952.
En Mannheim, en la parte occidental de Alemania, rehizo su vida. Aquel viaje a Berlín, 31 años después, fue para el artista un viaje hacia el pasado.
Fui un hombre libre apenas cuando cumplí 28 años, y al ver aquellas imágenes del muro vi mi vida como en una película y me quedé pensando qué habría pasado si hubiera tenido que quedarme del otro lado
, explica Häusser a La Jornada.
En una de las imágenes en exhibición se ve el armazón de metal de una cuna que ha quedado atrapada en una enredadera de alambre de púas. Paralela al Muro corría una valla electrificada de 127 kilómetros.
Las fotografías de la muestra están acompañadas de citas de políticos, artistas e intelectuales famosos, entre ellos John F. Kennedy, Willy Brandt, Ronald Reagan, Martin Luther King y Mstislav Rostropovich.
Manejo brillante del claroscuro
El escritor Günter Grass, quien interpretó la división alemana como un justo castigo por las barbaridades cometidas por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, escribió en 1961 una carta abierta dirigida a la Asociación de Escritores Alemanes de Berlín Oriental. Los alambres de púas, las metralletas y los tanques no son los medios de un Estado para hacer soportable la situación a sus ciudadanos. Sólo un Estado que no tiene seguro el apoyo de su población intenta salvarse por esos medios
, señaló.
Häusser comenzó a fotografiar a los ocho años con una cámara infantil y hoy día es considerado el pionero de la fotografía contemporánea alemana. Sus imágenes recurren a la abstracción mediante un manejo brillante del claroscuro. Trato de reducir la imagen a lo imprescindible y a un objetivo muy preciso que deje a un lado todo lo demás. El color tiene un significado, eso lo sabe todo pintor, y no quiero un color que no me sirve para expresar lo que quiero
, afirma.
El fotógrafo ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Premio Hasselblad, considerado el Nobel de la fotografía. Una de las imágenes más emblemáticas es un automóvil de carreras empacado de Jochen Rindt, corredor de Fórmula Uno.