Ante el llamado de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que instituciones de enseñanza superior reduzcan voluntariamente sus gastos, rectores de universidades expresaron que estos centros carecen de rubros que no sean fundamentales como para ser sacrificados, por lo que el presupuesto apenas alcanza para cumplir con sus funciones.

Entrevistados por separado, los directivos de diferentes escuelas fijaron su posición en relación con la solicitud de la dependencia encabezada por Alonso Lujambio, para que apliquen medidas de racionalización del gasto.

La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) es una de las tres instituciones educativas más pobres del país en su presupuesto. Atiende a 36 mil estudiantes y sus recursos ascienden a mil millones de pesos.

La constante en dicha institución, subrayó el rector Luis Gil Borja, es la cultura del ahorro, del no despilfarro. Incluso, recordó que como parte de la permanente optimización de recursos y austeridad están en proceso de ser una universidad sin papel, lo que significa el desarrollo de una estrategia tecnológica para digitalizar los servicios e imprimir sólo lo necesario.

Refirió que desde hace un par de años tuvieron que implementar un ejercicio para apagar los focos, con lo cual han ahorrado casi 30 por ciento del consumo eléctrico. Y, como eso, han economizado en teléfonos, papel y otros consumibles.

No tenemos sobrantes que recortar porque las universidades públicas viven al día y apenas nos alcanza para cumplir con los compromisos laborales, para generar servicios, y estamos haciendo esfuerzos muy grandes para recibir a los que vengan de las universidades privadas.

Desde Campeche, el rector de la Universidad Autónoma del Carmen, Sergio Augusto López Peña, destacó que en ninguna institución educativa existen rubros no fundamentales, por lo que sería muy lamentable aplicar esos recortes llamados voluntarios.

En esa institución, cuya comunidad estudiantil es de 6 mil 200 jóvenes, se optimiza todo... No podemos darnos el lujo del despilfarro. Ahorramos en luz, en mantenimiento, en vehículos. Viajamos lo menos posible a la ciudad de México y sólo vamos en casos muy, muy necesarios.

Cuestionó: ¿Por qué no se recorta a las campañas políticas, donde se gasta un mundo de dinero? Consideró que el gobierno federal debe entender esta situación, en la que desafortunadamente se canalizan recursos que no dan ningún resultado al país.

Por ejemplo, de acuerdo con la prensa local, el PAN contrató un conjunto musical cuyo costo es de más de un millón de pesos, lo cual contrasta con el subsidio federal de 169 millones de pesos y el estatal de unos 100 millones de pesos que recibe esta casa de estudios.

En un mensaje a su comunidad, el rector de la Universidad Autónoma Chapingo, Aureliano Peña Lomelí, precisó que el recorte planteado por la Secretaría de Agricultura afectará gravemente su funcionamiento, pues se incumpliría con los contratos colectivos pactados.

De concretarse esta acción, que incluso supera la reducción establecida por Hacienda –de 3.5 por ciento en servicios personales y 6.4 por ciento en gasto de operación–, se limitaría severamente el proceso educativo en 22 licenciaturas, 18 posgrados y una preparatoria agrícola, agregó.

Con una matrícula de 6 mil 400 alumnos, de los cuales 22 por ciento provienen de comunidades indígenas, la Uach recibió este año un presupuesto de mil 800 millones de pesos, de los cuales la Secretaría de Agricultura pretende reducir 103.4 millones de pesos.

El secretario general de la Universidad Autónoma Metropilitana, Javier Melgoza, afirmó que ante un recorte presupuestal es necesario resguardar al máximo la decisión que tomó la Cámara de Diputados al momento de definir la política de egresos, pues las universidadesya sufrieron una merma en su capacidad de gasto debido al efecto de la inflación.