La falta de información sobre los recursos que el gobierno ha aplicado a los programas anticíclicos genera incertidumbre, lo que podría redundar en un deterioro de las expectativas, que ya anticipan una caída fuerte de la economía en el segundo trimestre y una mayor pérdida de empleos, dijo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

El pasado 7 de enero el jefe del Ejecutivo federal dio a conocer el Acuerdo nacional en favor de la economía familiar y el empleo, que incluyó una serie de 25 medidas para afrontar la crisis internacional, basadas en el impulso al empleo, apoyo a la economía familiar y a la competividad de pequeñas y medianas empresas, mayor gasto en infraestructura y ejercicio oportuno del gasto público.

Medio año después del anuncio realizado ante integrantes del gabinete, representantes políticos, empresariales y dirigentes obreros y campesinos, el CEESP señaló que hasta el momento no se tiene un informe detallado sobre el avance de cada programa; en los de infraestructura, dijo, la información es prácticamente nula y el referente a los paros técnicos parece no tener avances importantes.

En su análisis semanal, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial planteó que una explicación podría ser el retraso en la asignación de recursos e instrumentación de cada programa anticrisis. Retrasarlos tanto tiempo, como podría intuirse de algunos programas, dada la falta de información, propicia que el impacto buscado se minimice, en momentos en que la situación es compleja y podría serlo más.

Señaló que en el caso de programas como el del Primer Empleo (que data de principios de 2007 y fue modificado en 2008), no ha tenido una respuesta satisfactoria. De un presupuesto inicial de 3 mil millones de pesos, únicamente se han utilizado casi 63 millones desde diciembre de 2007 a marzo del presente año; lo anterior significa que no se ha aplicado 98 por ciento de lo presupuestado.