Domingo 14 de junio de 2009, p. 31
En la primera mitad de 2009 el producto interno bruto (PIB) en México registrará una contracción de alrededor de 10 por ciento, con afectaciones en prácticamente todas las actividades productivas, estiman analistas del Grupo Financiero Santander.
Los especialistas anticipan que las caídas más significativas se presentarán en la producción manufacturera, construcción, comercio, transporte, servicios financieros y bienes raíces, así como en servicios de hotelería y turísticos.
Un desempeño así no se había observado desde 1995, cuando las actividades productivas resintieron los efectos de la contracción del crédito bancario por la situación de virtual insolvencia en que cayó el país.
Los expertos señalaron que la severa crisis ha puesto en evidencia de nuevo la necesidad de revisar el marco en que opera la hacienda pública, con el propósito de fortalecerla, en lo fundamental en ingresos distintos al petróleo.
Recordaron que hace una semana la calificadora internacional Standard and Poor’s (S&P) puso en perspectiva negativa la solvencia de su deuda soberana de México y advirtió sobre la posibilidad de una rebaja en la calificación. Recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) comentó que México, como otros países, requiere enfrentar la debilidad de sus ingresos fiscales para ampliar su margen de maniobra en coyunturas como las actuales.
La contracción de la actividad económica también ha debilitado los ingresos tributarios no petroleros. La recaudación del IVA y del ISR, el Impuesto Empresarial a Tasa Única y otros observa reducciones importantes. De hecho, como primera respuesta a la caída de los ingresos la Secretaría de Hacienda anunció ahorros por 35 mil millones de pesos para cumplir el objetivo de déficit fiscal de 1.8 por ciento del PIB aprobado por el Congreso.