Bagdad, 10 de junio. La explosión de un coche bomba en un mercado de la localidad de Batha, en la provincia iraquí de Dhi Kar, provocó la muerte de 33 personas y heridas a 70, según el ejército de Irak, luego de lo cual los residentes protestaron por el fracaso de las autoridades en la misión de protegerlos de los ataques.

Talib Hassan, gobernador de Dhi Kar, culpó por el ataque a la red fundamentalista Al Qaeda, que dirige Osama Bin Laden, y anunció el remplazo del jefe de la policía de Batha e informó a la prensa que los muertos son 19 y 65 los heridos.

En Pakistán, otro país envuelto en una lucha entre talibanes y fuerzas militares que apoyan a Estados Unidos, el ejército inició un nuevo operativo contra los milicianos fundamentalistas en Bannu, próximo a Waziristan del Norte y del Sur, tras el ingreso a la zona de 800 militantes.

En tanto, las cámaras de seguridad del lujoso hotel Pearl Continental de la ciudad de Peshawar muestran que las barreras de entrada se bajaron antes de que rebeldes ingresaran para hacer estallar un camión que causó nueve muertos y 60 heridos.

Las autoridades sospechan que algún empleado ayudó a los atacantes a burlar la seguridad.

Naciones Unidas retiró su personal de Peshawar y dijo que cinco de los fallecidos trabajaban para sus agencias de asistencia humana, uno de los cuales era serbio y otra filipina.