La empresa aprovechó paro técnico para darlos de baja del IMSS
Jueves 4 de junio de 2009, p. 33
Hermosillo, Son., 3 de junio. Unos 300 trabajadores de la cadena comercial VH se plantaron frente a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) para exigir el pago de sus liquidaciones, tras enterarse de que fueron dados de baja ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuando se suponía que la empresa estaría en paro técnico sólo por dos meses.
Exigieron la venta de cuatro bienes inmuebles de la compañía (uno en esta capital y tres en Los Mochis, Sinaloa), valuados en 240 millones de pesos, para pagar indemnizaciones a poco más de 3 mil 300 empleados. El monto global del finiquito ascendería a 130 millones de pesos, aunque cada día se suman 650 mil pesos de salarios caídos.
Hasta enero, la cadena comercial VH tenía aproximadamente 5 mil empleados en 52 tiendas de Sonora y el norte de Sinaloa, y hoy suman más de 3 mil 300.
La empresa está mandando una pésima señal al dar de baja a los trabajadores ante el Seguro Social; eso no estaba contemplado, pues se suponía que sería un paro técnico, y la señal es que ya no van a abrir
, dijo Javier Villarreal Gámez, director de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Sonora, organización que asesora a los inconformes.
Frente a la JLCA también se manifestaron trabajadores del Sindicato de Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), quienes advirtieron que si no avanzan las negociaciones con la rectoría estallarán la huelga prevista para el 15 de junio.
Indicó que de los 200 puntos que se discuten en la revisión contractual y salarial con las autoridades universitarias desde hace un mes, aún hay nueve pendientes, entre ellos contratación de maestros de horas sueltas y aportación de más recursos a los fondos de retiro de los académicos.
El pasado fin de semana, el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) levantó su huelga luego de 60 días, tras conseguir 8 por ciento de incremento global, así como vales de despensa y una aportación de un millón de pesos para el fondo de retiro.