Madrid, 5 de mayo. Patxi López, socialista, de 48 años y de formación ingeniero, se convirtió hoy en el sexto lehendakari en la historia democrática reciente del País Vasco, tras un tenso debate parlamentario en el que logró 39 votos, de su partido, el Socialista de Euskadi (PSE), del derechista Partido Popular (PP) y de Unión Progreso y Democracia (UPyD).

Su antecesor en el cargo, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe anunció su retiro de la política, después de diez años como máximo representante de la sociedad vasca, y tras lograr únicamente 35 votos a favor de su candidatura.

No hubo sorpresas. Ni sobresaltos por el temor a una nueva andanada violenta de la organización armada vasca ETA, que en su último comunicado advirtió que el nuevo gobierno se convertirá en objetivo prioritario.

Patxi López, natural de Portugalete, Vizcaya, y un experimentado militante socialista logró el apoyo del Parlamento vasco para convertirse en el primer lehendakari que no milita en el hegemónico Partido Nacionalista Vasco (PNV), que abandona el poder después de 30 años ininterrumpidos.

Los comicios autonómicos del pasado 1 de marzo, en los que por primera vez no concurrieron las formaciones próximas a la izquierda abertzale radical, dejaron un resultado que sólo dejaba dos opciones de gobierno: o un gobierno integrada por el PNV en coalición con el PSE, o uno formado por el PSE y su acérrimo adversario en el resto del país, el PP.

Finalmente, como resaltó durante el debate de investidura el vocero del PNV, Joseba Egíbar, triunfó la estrategia de Estado y se aliaron las dos grandes formaciones para desalojar a los nacionalistas del poder.

López adoptó un tono conciliador al sostener que quiere presidir el gobierno vasco para acabar con la confrontación política e institucional y dejar atrás el tiempo de la división y de los bloques enfrentados. Si bien fijó desde el principio cuál será su prioridad en el futuro: Mi primera obligación será trabajar sin descanso por la libertad plena de los ciudadanos y ciudadanas vascas que hoy todavía no son libres a causa de la amenaza terrorista. Mi primer empeño será poner fin al terrorismo de ETA, apuntó.

La sesión de investidura será el próximo jueves, cuando jurará ante el árbol de Gernika y se reunirá el pleno en el Salón de Juntas de la histórica localidad.

Su principal aliado en el gobierno, el líder del PP en la región, Antonio Basaoiti, calificó el momento de la investidura de López como histórico, al tiempo que arremetió contra los nacionalistas.

La contraparte de la jornada fue la despedida de Ibarretxe, quien llegó a la presidencia en 1999 y que se mantuvo en el poder durante diez años. En ese tiempo fue testigo e impulsor de dos intentos de pacificación del histórico conflicto vasco, primero con el conservador José María Aznar y más recientemente con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Hoy, consciente del sentido de la votación, anunció su retiro de la política y el inicio de una nueva vida.

Los demás partidos nacionalistas, Eusko Alkartasuna (EA), Aralar y Esker Batua, criticaron la formación del nuevo gobierno, al tiempo que reiteraron su indignación por la ausencia de representantes políticos de más de cien mil vascos, que son los que habrían votado por las fuerzas ilegalizadas por su supuesta vinculación a ETA.