En varios casos, pese a presentar síntomas de influenza, no los recibieron en otros lugares
Los pacientes que presentan un cuadro acorde con la epidemia son atendidos de inmediato
Jueves 30 de abril de 2009, p. 22
Guillermo Segura Ruiz, de 19 años de edad, recurrió al Hospital General Naval de Especialidades Médicas como última opción, el pasado martes. En la Clínica 42 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lo atendieron inicialmente por presentar síntomas de influenza, pero como no había en existencia el antiviral indicado
, le dijeron que tenía que ir al Hospital Gabriel Mancera, aunque ahí tenía que pagar por el servicio.
Un caso similar es de Ana Karen Becerril Romero, a quien de plano, en el Hospital General Doctor Manuel Gea González de la Secretaría de Salud le dijeron que mejor
se fuera a otro lado, porque estaban saturados.
Los dos de 19 años de edad y no cuentan con seguridad social, ambos padecieron la falta de atención tanto en el IMSS –pese a la instrucción de atender, por la epidemia, a quienes no fueran derechohabientes–, como en nosocomios del sector salud y del Gobierno del Distrito Federal.
Los jóvenes se sumaron a los mil 100 no derechohabientes que ha atendido el Hospital Naval, desde el pasado 27 de abril, con síntomas de influenza en los últimos tres días. De acuerdo con cifras de la institución, tres personas fueron enviadas al Centro Médico Naval al confirmárseles síntomas de influenza porcina; mientras que dos adultos y dos menores están bajo observación en el nosocomio.
Guillermo Segura acudió inicialmente a la Clínica 42 del IMSS, en donde únicamente le proporcionaron oxígeno, pero no lo medicaron; ante la imposibilidad de pagar el servicio en el Gabriel Mancera, acudió al Hospital General Enrique Cabrera, del gobierno capitalino, en donde a pesar de que le diagnosticaron influenza, le recomendaron el martes pasado acudir al Centro de Salud de Cuajimalpa.
Ayer sus padres, Guillermo Segura y Juana Ruiz, lo llevaron al Centro de Salud, pero como ya no presentaba fiebre, lo regresaron a su casa. Afortunadamente, dijeron a este diario, escuchamos lo del Hospital de la Marina, vinimos de inmediato y estamos a la espera de que lo atiendan
, comentaron.
Ana Karen tiene otros problemas, a los 3 años 8 meses la operaron y le quitaron el bazo, lo que complicó sus síntomas de gripe severa. Desesperada, su madre, Concepción Romero, la llevó al DIF ubicado en Vaqueritos, en donde le dieron el pase urgente para el Hospital Manuel Gea González. La historia fue la misma; la falta de atención la obligó a buscar otra opción.
En tanto, en el nosocomio naval, médicos y enfermeras trabajan las 24 horas del día, apoyados por personal administrativo e infantes de marina que vigilan el lugar, provistos con armas largas.
A la entrada del hospital, un marino interroga a todo aquel que busca ingresar sobre los síntomas que presenta. Una vez que comprueba que puede ser influenza, y que el entrevistado no busca ser atendido por otro padecimiento –la instrucción fue clara en el sentido de atender gratuitamente a los no derechohabientes, pero sólo por síntomas relacionados con la epidemia–, le concede el paso a la carpa que se ubica en el patio frente a la puerta principal.
Después pasan al área de emergencias, en donde un trabajador social recaba los datos de aquellos que están delicados, a quienes se les toma una muestra que es enviada a un laboratorio de la Secretaría de Salud, en donde tardará de cinco a siete días en determinarse si se trata de influenza porcina o no.
De acuerdo con voceros de la dependencia, a estos pacientes se les toman los datos y se les entrega el medicamento de manera gratuita y, en caso de que resultara que están contiagados, entonces de inmediato ubicarán a los enfermos para hospitalizarlos. Se espera que en el transcurso de este jueves la Secretaría de Salud envíe reactivos capaces de diagnosticar la enfermedad en 15 minutos, lo que agilizará la atención prestada.