Más de 60 mil laboraron sin problema; gobierno local, en pláticas con líderes de ambulantes
La Nueva Viga y La Merced también resultan afectadas por determinación de autoridades
Jueves 30 de abril de 2009, p. 43
Sin problemas, más de 60 mil puestos ambulantes de comida ofrecieron ayer sus alimentos. Empleados de oficinas, bancos y empresas fueron sus principales clientes, quienes tomaron algunas de las calles de la ciudad para degustar garnachas, tortas, hamburguesas o hotdogs, ante la suspensión del servicio en restaurantes; mientras, trabajadores de la construcción convirtieron las tapas de tambos de metal en comales, donde prepararon tacos de bistec con frijoles y nopales, acompañados de una “cheve bien fría, para calmar el calor”.
La determinación de las autoridades para que sólo se pueda vender comida para llevar obligó a 70 por ciento de los 35 mil restaurantes, fondas y loncherías a cerrar sus puertas, a lo que se sumaron 40 de los 130 locales de comida rápida ubicados en las instalaciones del Metro. En tanto, algunas tiendas de conveniencia como Oxxo y Seven Eleven permitieron comer a la gente en su interior, lo que se observó también en mercados públicos y fondas de la zona oriente del Centro Histórico y La Merced.
En un recorrido por dichas zonas no se vio ningún operativo de verificación o clausura, por lo que sus comensales pudieron disfrutar de un emparedado o una comida corrida bajo techo, con una rica
plática y sin medir tiempos, aunque el Gobierno del Distrito Federal informó que a más de 48 horas de la entrada en vigor del acuerdo, 449 restaurantes incumplieron al permitir a los clientes el consumo de los alimentos dentro de sus instalaciones. De éstos se iniciaron acciones de clausura en contra de 220 ubicados en las delegaciones Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco y Cuauhtémoc.
El secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, detalló que el martes se visitaron mil 447 establecimientos por incumplir la orden de no servir alimentos para consumo en su interior –con lo que se busca evitar la concentración de personas– y se tiene el compromiso de varias organizaciones de vendedores ambulantes de acatar la orden de no expender comida en la calle.
El subsecretario de Gobierno, Juan José García Ochoa, amplió que se ha estado en contacto con los lideres de locatarios de mercados públicos y de vía pública a quienes se les ha notificado que ellos al igual que los restaurantes pueden vender comida preparada, pero no dejar que sus clientes la consuman ahí. Así que a partir de ayer, en coordinación con los delegados, se empezaron a hacer verificaciones en tianguis para ubicar aquellos en los que haya concentraciones y tomar las medidas correspondientes.
Bajan las cortinas
Dicha situación provocó el cierre de cremerías y carnicerías de res y cerdo ubicadas en Plaza Merced 2000, que abastecen a restaurantes, fondas, taquerías y torterías, ante una caída en sus ventas hasta de 70 por ciento. A lo que se sumó el regreso
de mercancía, de parte de sus clientes, y el riesgo de que la que se encuentra en refrigeración se eche a perder de continuar esta emergencia sanitaria.
Mientras la venta de productos finos y caros en La Nueva Viga, como el guachinango, extraviado, róbalo, pulpo, calamar americano, mero, trucha, camarón cocido y gigante cayó 50 por ciento, lo cual obligó a algunos de las 202 bodegas mayoristas y 55 minoristas, así como a los 165 locales comerciales a cerrar temprano, aunque los dedicados a la venta de comida preparada decidieron bajar la cortina
, explicó el presidente del Consejo de Administración, Jorge Toral Peña.