Londres, 28 de abril. Las compañías farmacéuticas han dado los primeros pasos preparatorios hacia el desarrollo de una vacuna contra una nueva cepa de gripe porcina.

Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que sólo pedirá una producción a gran escala de esta vacuna si confirma que el mundo estaba al borde de una epidemia imparable de gripe.

La farmacéutica suiza Novartis dijo el martes que había recibido el código genético de la nueva cepa de virus, lo que le permitiría comenzar a evaluar su producción, e indicó que esperaba tener el virus en sus laboratorios en un futuro cercano.

Sin embargo, es posible que pasen entre cinco y seis meses antes de que una vacuna esté disponible comercialmente, de acuerdo con la OMS.

El retraso no es por falta de intentos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) ya han tomado una muestra de la variedad H1N1 que causa la enfermedad, crearon una cepa del virus para la vacuna y la están desarrollando, lo que marca la primera etapa del proceso de producción.

Esas muestras, que luego podrán ser distribuidas a las compañías, deben ser cultivadas en huevos de gallinas especialmente producidos, en un engorroso sistema que, según los expertos, está obsoleto.

Sin embargo, las tecnologías nuevas y más eficientes, basadas en cultivos de células, están aún a años de distancia.

Balance de riesgos

Las compañías y las autoridades sanitarias deberán decidir cuánto de su capacidad destinada a producir vacunas estacionales tendrán que destinar a la fabricación de la nueva vacuna, lo que representa un proceso delicado de balance de riesgos.

Si se inicia la producción para una pandemia de gripe, la gente no va a poder obtener dosis para una gripe normal, es una gran decisión, dijo Gregory Hartl, portavoz de la OMS.

Al menos 20 compañías, además de Novartis, fabrican vacunas contra la gripe, entre ellas Sanofi-Aventis, GlaxoSmithKline, Baxter International, la australiana, y el fabricante de nebulizadores nasales MedImmune, ahora parte de AstraZeneca.

Todas están orientadas a producir dosis para la gripe estacional, que según especialistas en vacunas no impedirán que la nueva forma de gripe se extienda por el mundo aunque la gente que ha sido inmunizada podría terminar con síntomas más leves.