Algunos internos tramitan amparos para no quedar incomunicados
Martes 28 de abril de 2009, p. 16
El órgano administrativo desconcentrado de prevención y readaptación social, encargado de administrar y garantizar la seguridad en los seis penales federales del país, restringió al máximo las visitas familiares, conyugales y de abogados defensores a que tienen derecho los presos acusados de delitos federales, con el propósito de evitar riesgos de contagio del virus de la influenza porcina.
Abogados que litigan juicios por delincuencia organizada informaron a La Jornada que la medida ha causado enojo
en sicarios y capos de los principales cárteles de la droga, fundamentalmente por que les impiden tener encuentros íntimos con sus mujeres.
Varios de los litigantes tramitaron desde ayer suspensiones provisionales en vía de amparo para que sus defendidos no queden incomunicados y puedan recibir las visitas habituales.
La medida de seguridad sanitaria incluye los tres penales considerados de máxima seguridad, la cárcel de mediana seguridad, el penal para reos que no enfrenten penas por delincuencia organizada o violación, y el centro de reclusión para personas con desequilibrios mentales.
A decir de los abogados que litigan asuntos relacionados con casos de secuestro, narcotráfico, lavado de dinero y delincuencia organizada, ayer comenzaron las restricciones para evitar que personas externas al área administrativa y de seguridad de los penales federales ingresen a los centros carcelarios.
Sólo se está permitiendo el acceso de actuarios judiciales que llevan notificaciones a los procesados internos en estos penales, mientras que a nosotros se nos ha dicho que esta semana no habrá posibilidad de encuentros con los clientes
, reveló un abogado penalista que pidió no mencionar su nombre.
En tanto, funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública federal consultados indicaron que los custodios obligan a los internos a reforzar sus hábitos de higiene personal.
Además, refirieron que en el transcurso de esta semana los médicos que brindan servicios de salud en los centros penitenciarios realizarán revisiones exhaustivas y practicarán análisis de laboratorio para descartar casos de influenza en unos siete reos recluidos en alguno de los seis penales federales, debido a que en los cuatro días recientes ese número de presos ha reportado padecimientos similares a un cuadro gripal.
A escala federal, los penales de máxima seguridad son el del Altiplano (antes Almoloya), en el estado de México; el de Occidente (conocido como Puente Grande), en Jalisco, y el número tres, en Matamoros, Tamaulipas.
La cárcel de mediana seguridad, conocida como El Rincón, se ubica en Tepic, Nayarit. La colonia penal de las Islas Marías se ubica a casi 140 kilómetros del puerto de San Blas, Nayarit. Finalmente, el Centro Federal de Rehabilitación Sicosocial está localizado en el estado de Morelos. Ahí sólo recluye a presos con desequilibrio mental.