Asunción, 24 de abril. El presidente paraguayo, Fernando Lugo, pidió este viernes perdón a quienes se sintieron agraviados tras el escándalo por las denuncias de paternidad que afronta y reconoció que ha faltado a la Iglesia católica y a los ciudadanos de su país.

Sin embargo, rechazó presuntos planes de inestabilidad o conspiración que se estarían gestando en el país, por lo que aseveró que no renunciará a su cargo y traspasará el mandato como está establecido constitucionalmente hasta el 15 de agosto de 2013.

Ante los rumores de inestabilidad y de conspiración, este proceso no sufrirá retrocesos, dijo el mandatario, ya que entregará la banda presidencial a su sucesor en la fecha correspondiente, por lo que quienes conspiran deberán esperar sentados.

En menos de dos semanas, tres mujeres declararon haber tenido hijos con el ex obispo católico, dos de ellas antes de que renunciara al sacerdocio para dedicarse de lleno a la política.

El mandatario paraguayo reconoció a uno de los niños y dejó los otros casos en manos de la justicia de su país.

No estuvo en mi intención ofender a nadie y si alguien se ha sentido molesto o agraviado por esta situación, a mí no me cuesta pedir perdón, dijo Lugo, de 57 años, en una conferencia de prensa en la sede del gobierno.

Reconozco que he faltado a la Iglesia (católica), al país, a los ciudadanos, a los que depositaron su confianza en mí, agregó el hombre que llegó al poder con la promesa de un cambio tras décadas de administración del conservador Partido Colorado.

Lugo renunció al sacerdocio a finales de 2006 y dos años después obtuvo una inédita dispensa del Vaticano para asumir el cargo de presidente de Paraguay.