Para profesionalizar a los líderes de los museos del país –públicos y privados–, así como modernizar su organización y optimizar su funcionamiento como empresas inmersas en un entorno global, ha sido creado el Instituto de Liderazgo en Museos (ILM), asociación civil inspirada en –y apoyada por– el Museum Leadership Institute, adscrito a la Getty Foundation. Desde esta perspectiva, el público es considerado, sobre todo, como un mercado.

El anuncio fue hecho ayer en un acto presidido por el coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, Sealtiel Alatriste, el director del Getty Leadership Institute, Phil Nowlen, además de Graciela de la Torre, directora del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (Muac) de esa casa de estudios, y Jose Antonio Alonso Espinosa, presidente de la Fundación Amparo.

Frente a directivos y personas con experiencia en labores museísticas y de promoción cultural, De la Torre detalló entre las tareas concretas del naciente instituto, establecer programas, cursos, seminarios, talleres y actividades destinadas a fortalecer y profesionalizar a los líderes de las instituciones museísticas, con el propósito de canalizar su talento y ofrecer herramientas para la gestión contemporánea.

En un folleto que describe propósitos y actividades del ILM, se afirma: Hoy día el profesional de museos no sólo está obligado a contar con el soporte académico de su disciplina, conocimientos museológicos y técnicas museográficas, sino también requiere desarrollar competencias para resolver los problemas a los que se enfrenta en un entorno de transformación permanente, continua innovación tecnológica y sobrecarga de información.

En el consejo de dirección y administración del Instituto de Liderazgo en Museos participan de forma voluntaria organizaciones filantrópicas privadas e instituciones públicas nacionales e internacionales, todas comprometidas con la educación y la cultura. Entre otras, las fundaciones Soumaya/Carlos Slim, AC; Alfredo Harp Helú, AC, Fomento Educacional, AC; la agregaduría cultural de la embajada de Estados Unidos en México y la Universidad Nacional Autónoma de México, por conducto de la Dirección General de Artes Visuales.

Una de las primeras actividades del ILM será la realización de un Programa piloto de alta dirección en museos, en colaboración con el Instituto Tecnológico Autónomo de México, a realizarse del 28 se septiembre al 3 de octubre y del 23 al 28 de noviembre de este año.

Phil Nowlen contó dos anécdotas para subrayar la importancia educativa y, por tanto, social de los museos: una de ellas relacionadas con el astrofísico Stephen Hawkins, quien una vez le contó a Nowlen que si su padre no lo hubiera forzado a ir con frecuencia a museos de ciencia y tecnología cuando era niño, no hubiera hecho lo que hizo.

Privatización de facto

Asistente al anuncio, se le consultó a Sergio Raúl Arroyo, director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco y ex director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, su opinión sobre el ILM y sus propósitos.

Al respecto, Arroyo comentó: “lo que se debe hacer es ponerlo en marcha, revisar cuál sería su ‘perspectiva estructural’ en dos campos: el que tiene que ver sobre cómo se le puede dar sentido de permanencia, sobre todo, en relación con los museos públicos, más allá de los cambios administrativos y, en segundo lugar, los apoyos a proyectos específicos”.

Admitió que existe la posibilidad de promover modelos museísticos que no sean acordes con las políticas culturales del país, aunque actualmente uno no se puede abstraer de la realidad concreta globalizada.

Carlos Philips Olmedo, director del Museo Dolores Olmedo, mostró optimismo: Los museos históricamente eran del Estado, y éste era el que patrocinaba y decidía según sus programas, pero en esta nueva sociedad donde hay museos con participación estatal y privada o totalmente privados, hace falta una mejor administración, porque los responsables saben mucho de arte, pero tienen que saber administrar.

Philips Olmedo se mostró de acuerdo en que hoy el público de museos y de la cultura en general constituye un mercado, como el que va al futbol.

En cambio, Miguel Mouriño, coordinador general del Museo Trotsky, dijo que el programa es interesante, pero me parece que no se tienen claras sus bases jurídica. Por otro lado, se mostró preocupado ante el riesgo de que el Estado ceda sus responsabilidades en educación y promoción cultural a este tipo de proyectos, lo cual abre las puertas a una privatización de facto de la cultura, parte esencial de la educación en un país.

Es uno de esos frentes que abre la iniciativa privada, como hizo antes con el petróleo, ahora es la cultura, afirmó.