Antes de las 22 horas la vida nocturna de la ciudad de México empezó sin contratiempos. La luz y música de bares y cantinas pasaron por alto la alerta sanitaria que había sido emitida por el gobierno capitalino.

El secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, emitió un acuerdo de suspensión de actividades en los establecimientos mercantiles que por sus características congregan a numerosas personas facilitando la transmisión de la enfermedad.

Y aunque la fiesta ya había comenzado, autoridades de la delegación Álvaro Obregón determinaron suspender las actividades de los establecimientos mercantiles como medida para prevenir contagios de influenza porcina. Asimismo, señalaron que en caso de que no se cumpla la disposición los negocios serán clausurados.

Algunos establecimientos abrieron tardes, la incertidumbre con respecto a la gravedad del brote epidemiológico generó en los dueños de los establecimientos la duda sobre si era conveniente unirse a la suspensión de actividades.

Con el paso de la tarde las llamadas de los parroquianos los animaron para que abrieran los negocios, como fue el caso del restaurante-bar Gromblins. Habíamos suspendido al grupo musical en vivo, suponíamos que no iban a venir, pero tenemos una afluencia normal, comentó uno de los encargados.

Poca gente se percibía en los centros nocturnos, pero llamaba la atención un bar exclusivo para damas donde varias mujeres solicitaban el acceso. En algunos establecimientos, como Romeo & Juliet, se tomaron medidas preventivas como usar cubrebocas y al ingreso se les recomendaba a los parroquianos que los portaran sólo para evitar algún contagio. Sin embargo Sol Martínez, parroquiana, señaló: mientras no haya enfermos no hay peligro.

Situación diferente se vivía en El Caporal donde como no había ni avisos ni advertencias de las autoridades, el servicio estaba programado para terminar pasadas las tres de la madrugada; sobre la alerta sanitaria por la influenza, se comentó que los clientes son gente adulta y sabe lo que hace.

El escenario cambió en el perímetro de la delegación Álvaro Obregón, donde se decretó en punto de las 22 horas la suspensión de actividades para los establecimientos mercantiles.

Ante ello personal de la dirección de Jurídico y Gobierno, Protección Civil y de Vía Pública realizó recorridos para dar a conocer la medida preventiva.

Las zonas que estarán obligadas a acatar la disposición son los corredores comerciales de San Ángel, Insurgentes, Altavista y Santa Fe. Pese que algunos ofrecían el servicio normalmente a los negocios se les entregó la notificación donde el gobierno delegacional señala que bares, cantinas, antros y discotecas a partir de dicho aviso, deberán cerrar sus puertas.

Autoridades de la delegación reconocieron que será difícil que los negocios que este viernes operaban sin restricción cierren completamente, pero esperamos que para este sábado que se dé a conocer la noticia atiendan el llamado.

Añadieron que se realizarán recorridos por las zonas donde se tiene identificados establecimientos mercantiles, sin embargo, no se habló de que quienes se opusieran a la medida tuvieran alguna sanción.