Los mexicanos en el exterior se encuentran molestos y decepcionados con los partidos políticos porque actúan con desdén y falta de respeto al mantener un discurso demagógico para con los migrantes.

Así lo señaló Efraín Jiménez, consejero por Los Ángeles del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), quien demandó que los connacionales que residen fuera del país tengan representación en el Congreso y puedan participar en la toma de decisiones.

Al iniciarse ayer los trabajos de la octava reunión del Consejo Consultivo del IME, dijo que a menos de un año del bicentenario de la Independencia, resulta incongruente con la democracia y la historia nacionales, mantener en la exclusión a los mexicanos en el extranjero.

Consideró que el camino de México es ser un país desarrollado y tendrá más posibilidades de lograrlo si a la brevedad los migrantes, al igual que otros sectores de la sociedad, participan en el diseño de la agenda nacional. Por tanto, es urgente, dijo, integrar a los connacionales en el exterior a la vida política del país y que se garantice su derecho a votar y ser votados, así como su intervención en las grandes y pequeñas decisiones de la política nacional.

Ante la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, y decenas de consejeros del IME, Jiménez manifestó que son 12 millones de mexicanos los que viven fuera del territorio nacional y pese a generar 2.5 por ciento del PIB, por conducto de las remesas, no cuentan con representación formal en el país.

Resaltó que estos migrantes quieren ser reconocidos y tratados como ciudadanos con derechos plenos, para lo cual es necesario que los líderes políticos cambien su actitud.

Luego de manifestar la decepción y la molestia de estos connacionales con los partidos políticos, expuso que sólo el PAN postuló a un migrante como candidato a diputado federal por el segundo distrito de Zacatecas. Se trata de Guadalupe Gómez, ex consejero del IME.

En su discurso Efraín Jiménez pidió consolidar al IME; institucionalizarlo, fortalecerlo y protegerlo de los vaivenes políticos, reforzando su carácter civil para que trascienda administraciones. También consideró necesario crear una secretaría de atención a los migrantes, debidamente dotada de recursos públicos.

Planteó de igual manera, la creación de una fundación que trabaje para evitar la difamación de los connacionales en el extranjero, que dé a conocer sus aportes en ambos lados de la frontera y cree un fondo para su defensa legal.

El consejero demandó que el gobierno de México fomente una reforma interna que permita mirar a los migrantes como seres humanos con derechos, y evite que funcionarios corruptos los maltraten y roben en su paso por territorio mexicano.