Latente, el amago de asesinar a nuestros líderes, señala en un foro realizado en Casa Lamm
Jueves 23 de abril de 2009, p. 17
Después de tanta patria postergada por recobrar y cuánto pueblo profundo por integrar
, el Estado Plurinacional de Bolivia, por primera vez en 466 años, avizora un horizonte soberano, sin embargo, sigue bajo el acecho del terrorismo
, ya que el amago de la eliminación física de nuestros líderes ha de estar siempre latente
, alertó el embajador de aquella nación en México, Jorge Mansilla.
En este contexto, expresó que la oligarquía pretende frustrar las elecciones del próximo diciembre, porque no tiene nada que hacer con la nueva gesta de la revolución democrática y cultural
de la nación.
Así, alertó que los enemigos de este proceso querrán coincidir con Pinochet en la tesis de que para frenar el avance de los socialistas no hay argumento más brillante que una bala. El amago de la eliminación física de nuestros líderes ha de estar siempre latente. Lo intentaron el año pasado hasta en tres ocasiones. En la embajada gringa se planeaba desde 2007 desatar el caos y culminarlo con un magnicidio. En la Media Luna piensan hacerlo al revés: perpetrar primero el magnicidio y luego promover el caos
, apuntó.
Sin embargo, enfatizó que en diciembre próximo habrá elecciones y Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera se postularán de nueva cuenta, y ganaremos por sexta vez consecutiva en tres años, con votaciones mayores a aquel histórico 54 por ciento
de diciembre de 2005.
En el foro La gran victoria política de Evo Morales en defensa de la voluntad del pueblo constituyente, organizado por este diario y Casa Lamm, en el que también participaron Enrique González Ruiz, académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, y Hugo José Suárez, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, el diplomático dio cuenta del proceso de una nación antes y después de romper con el neoliberalismo, pero también de las agresiones que la acechan.
En relación con lo primero, señaló que desde el mismo nombre, Estado Plurinacional de Bolivia, fue una decisión de suprema justicia con las 36 naciones originarias, la parte siempre ninguneada por el despotismo republicano. Pero hoy, las lenguas de los indios son idiomas oficiales junto con el castellano; hoy, los negros tienen toda la calidad de ciudadanos plenos y lucharán por tener diputados y senadores.