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Para enfrentar a la oposición en el debate respectivo, logra allegarse a la bancada del Panal

Pide AN tregua y consigue que se aplace en San Lázaro la discusión sobre cuentas de Fox

Larios advierte a sus diputados: el que falte a sesiones en que se defienda el caso podría ser expulsado

 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de abril de 2009, p. 11

Con una decisión salomónica y de control de daños, los diputados federales determinaron diferir, para una fecha por determinar, la discusión de las cuentas públicas 2004 y 2005 de Vicente Fox Quesada.

El PAN convocó a todos sus diputados al pleno de San Lázaro, y se hizo del apoyo incondicional del Partido Nueva Alianza (Panal) con el propósito de hacer frente a la mayoría de PRD, PRI, Convergencia, PT y Partido Social Demócrata, que acusan al ex presidente de haber encabezado la peor administración federal en la historia moderna de México.

Las expectativas de la mayoría de los legisladores de oposición presentes en San Lázaro, quienes pretendían dictaminar en contra del ejercicio de los recursos públicos durante el bienio 2004-2005, se diluyeron la víspera cuando los coordinadores parlamentarios de sus fuerzas políticas y los del PAN y Nueva Alianza consideraron la inexistencia de condiciones para debatir sobre el polémico gobierno de Fox Quesada.

Los criterios que imperaron en el acuerdo fueron de índole política. El PAN manejó el doble discurso. Para los medios de comunicación, Alma Edwiges Alcaraz y Cristián Castaño sostenían que su partido se encuentra preparado para debatir, con argumentos favorables a Fox, el contenido de ambas cuentas; incluso coincidieron en meter las manos al fuego por el ex presidente, quien habría comprobado hasta el último centavo del presupuesto.

Para después

No obstante el argumento panista que se impuso en la negociación entre los coordinadores parlamentarios, para no incluir el tema en el orden del día de la sesión de ayer, redundó en el daño propinado al PAN y el golpe a sus aspiraciones electorales. Por tanto, era necesario establecer una tregua con el resto de las fuerzas políticas. Fue así que se decidió posponer la votación para después, apuntó el priísta Samuel Aguilar.

Esto implicará que las cuentas públicas referidas se podrán votar en un periodo extraordinario de sesiones, o de plano se archivarán para ser desempolvadas en la próxima legislatura, que comenzará el próximo primero de septiembre.

A pesar de haberse excluido el tema del orden del día, el coordinador del PAN en San Lázaro, Héctor Larios, reprochó a los 48 diputados de su bancada que faltaron a la sesión de la semana pasada, cuando por mayoría simple el PRD y el PRI, acompañados de Convergencia y el PT, rechazaron las cuentas públicas  2002 y 2003 del foxismo.

La reprimenda se acompañó de dos advertencias: el próximo faltista correrá el riesgo de ser expulsado de las filas de la bancada, y ninguno de los 48 podrá aspirar a ocupar un escaño en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, a iniciar en los primeros días de mayo.

Ayer las fuerzas entre panistas y panalistas, y perredistas y priístas se emparejaron, no obstante que existía acuerdo de subir a debate el tema de las dos cuentas públicas citadas. La proporción se equilibró en el rango de los 200 votos por bando.

Por su parte el PRD y el PRI consideraron que las prevenciones del blanquiazul podrían significar una derrota para su causa en caso de someter a votación las cuentas. Tal hecho los atemorizó y decidieron negociar con el Panal postergación del debate.

Para la mancuerna PRD y PRI, el daño al PAN ya está hecho, adujo el diputado Aguilar, quien reconoció que el ausentismo en la Cámara de Diputados podría jugar una mala pasada a los detractores de Vicente Fox, y si fuera el caso, Acción Nacional estaría en posibilidad de avalar la peor administración presidencial de que tengamos memoria.