Además del tráfico de estupefacientes, la organización vende derecho de piso a otros narcos
adoctrinador religiosoy cobrador de cuotas para La Familia
Controlaba el funcionamiento de los giros negros instalados tanto en Michoacán como en Guerrero
Miércoles 22 de abril de 2009, p. 7
Rafael Cedeño Hernández, El Cede, uno de los líderes del cártel de La Familia, quien fue detenido el pasado sábado por agentes federales, además de adoctrinar a habitantes de municipios de Michoacán y Guerrero bajo supuestas creencias religiosas, también era uno de los encargados de cobrar cuotas
a giros negros y derecho de piso
a organizaciones que trafican drogas en la zona controlada por esa organización, indicaron fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal y de la Procuraduría General de la República (PGR).
El Cede fue capturado junto con otras 44 personas durante una fiesta de bautizo en el estado de Michoacán; ahora todos ellos se encuentran rindiendo su declaración ministerial en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
De acuerdo con el comisionado de la Policía Federal Preventiva (PFP), Rodrigo Esparza Cristerna, los integrantes de La Familia, además de dedicarse al narcotráfico, al trasiego de drogas, a recibir efedrina y seudoefedrina en Lázaro Cárdenas, cobran derecho de piso, explotan giros negros en las zonas en las que tienen influencia y se dedican a reclutar gente con el pretexto de adoctrinarlos y de transmitirles valores para evitar que se dediquen a este tipo de actividades criminales
.
A ese respecto, fuentes de la PGR refirieron que el Ministerio Público Federal busca acreditar la responsabilidad penal de más de 20 integrantes del grupo de los 45 detenidos, entre quienes se encuentran al menos cuatro sicarios de ese cártel que son considerados responsables de actos de violencia en la zona costera de Michoacán y Guerrero.
Al igual que los funcionarios de la SSP consultados, los entrevistados de la PGR indicaron que la estructura de mando de La Familia fue golpeada duramente con la detención de El Cede, ya que antes de asumir el control de la plaza de Lázaro Cárdenas, entre sus encomiendas en todo Michoacán estuvo la de capacitar a grupos de sicarios y falsos líderes religiosos en la zona, a fin de sumar a sus filas a ciudadanos comunes y posteriormente convertirlos en sicarios o burros para trasladar droga.
En ese contexto, Esparza Cristerna declaró el pasado lunes: Hemos asestado un fuerte golpe, hemos fracturado su estructura criminal, este hombre está en el segundo nivel de mando y era el responsable de una amplia región de los estados de Michoacán y Guerrero
, aunque, aclaró: “Seguimos en la búsqueda de los principales líderes que son dos: José de Jesús Méndez Vargas, El Chango, y Nazario Moreno González, El Chayo.