Cancún, QR, 19 de abril. Desde este punto turístico los vuelos de retorno a distintas ciudades del país y el extranjero se vieron saturados por cientos de vacacionistas que, pese a la crisis financiera, abarrotaron durante todo el fin de semana el aeropuerto internacional de esta ciudad. No obstante, decenas de turistas, sobre todo mexicanos, evitaron gastos excesivos como la entrada a parques ecológicos, discotecas, tours a zonas arqueológicas u otros sitios demasiado caros.

La crisis económica mundial no fue obstáculo para que decenas de connacionales tomaran unos días de descanso en algún punto de la Riviera Maya durante las pasadas dos semanas; sin embargo, dada la situación financiera, los paseantes evitaron realizar gastos fuera de lo presupuestado, inclusive hasta salir de sus hoteles, pues desde sus lugares de origen adquirieron viajes todo pagado, lo que, en comparación de otros años, ocasionó pérdidas sobre todo para los pequeños comerciantes.

Para no perder la costumbre, las líneas aéreas sobrevendieron los vuelos, por lo que decenas de personas aun con boleto pagado tuvieron que esperar por horas, e inclusive un día más para regresar a sus destinos, aun cuando, de acuerdo con un capitán de vuelo, las frecuencias de salida se triplicaron.

En estas fechas hay que estar muy puntuales, dos horas antes, pues las aerolíneas abusan; no es posible que vendan 12 o 13 asientos extras en un vuelo que ya está lleno, aseguró la señora Sofía, quien junto con nietos e hijos pasó la semana de pascua en Cancún.

Situación similar vivieron Jaime y Cinthya, quienes pese a que tenían asegurado su retorno al Distrito Federal debieron esperar dos días para que les asignaran el día, horario y número de asiento. Estimábamos regresar desde el viernes en la mañana, pero tendremos que esperar hasta el domingo a mediodía.

De acuerdo con el Fideicomiso de Promoción Turística de Cancún, la derrama económica para esta ciudad sería superior a 60 millones de dólares al cierre del periodo vacacional, aunque el dato tendrá que ser confirmado por las autoridades.

Sin embargo, muchos prestadores de servicios y comerciantes se vieron perjudicados por la crisis económica, porque los paseantes controlaron sus gastos.

Humberto Ortiz dejó atrás el estrés de la capital del país, pero se enfrentó al de los números. Mi novia y yo compramos un viaje todo pagado para tomar unos días de descanso y salir de lo rutinario, pero ni siquiera salimos del hotel porque todo allá fuera es demasiado costoso: un taxi, la comida, la discoteca... eso también era estresante, hacíamos cuentas para todo.

Nelly, procedente de Morelos, afirmó que aunque su familia deseaba realizar un tour a Chichen Itzá o Xel-Ha no pudimos, porque son muy caros, costaban 600 y 400 pesos (respectivamente). Somos cinco en la familia y fue imposible gastar tanto. Mejor estuvimos en la playa y las albercas del hotel (en Cancún).

Varios taxistas de la vecina Isla Mujeres aseguraron que a diferencia del año pasado sus ganancias disminuyeron. La semana buena fue la pasada (Semana Santa), ésta estuvo retranquila, muy floja para nosotros, parece que la crisis sí pegó.

Samuel, un pescador de Isla Mujeres afirmó que turistas y medios creen que tanto paseante por acá nos deja mucho dinero, pero eso no es cierto, el dinero se queda en los empresarios, hoteleros y restauranteros, pero a nosotros casi no nos toca nada.

Agencias de tours, lancheros, taxistas, pequeños comerciantes, entre otros notaron los efectos del fenómeno todo paga- do, pues sus ganancias cayeron considerablemente.