Desde enero pasado, mil 200 detenidos, informa el delegado de la dependencia en Sinaloa
Domingo 19 de abril de 2009, p. 4
El Operativo Conjunto Culiacán-Navolato ha reducido en esa zona en más de 59 por ciento el número de ejecuciones desde enero de este año, han sido detenidas más de mil 200 personas por delitos contra la salud y violaciones a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y se han destruido 290 antenas de radio que se presume eran utilizadas por los cárteles de las drogas para comunicarse hasta zonas recónditas del llamado Triángulo dorado, informó Miguel Ángel Campos Ortiz, delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Sinaloa.
En entrevista con La Jornada, el funcionario federal explicó que mientras de julio a diciembre de 2008 eran ejecutadas entre tres y seis personas diariamente, con el reforzamiento militar y policiaco en la zona Culiacán-Navolato hubo una reducción importante.
Ello ha contribuido de manera significativa a mejorar la percepción social del trabajo y los resultados que ha obtenido la autoridad, abundó.
–¿Cuántas averiguaciones previas se han iniciado a partir del 13 de mayo de 2008, cuando se puso en marcha el Operativo Conjunto Culiacán-Navolato?
–Más de 200 averiguaciones previas; siete han sido transferidas a la Subprocuraduría de Investigación especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), debido a que se detiene a personas consideradas parte de la delincuencia organizada, o porque se tienen antecedentes de ello.
Hasta febrero pasado, de los más de mil 200 detenidos, siete u ocho han sido trasladados a la ciudad de México para que la SIEDO continúe las investigaciones.
–¿Cuántas de las mil 200 personas detenidas fueron consignadas?
–Un promedio de cinco por cada 10.
–¿La mayoría por delitos contra la salud y delincuencia organizada?
–La mayor incidencia delictiva en el ámbito federal que se tiene en la entidad es de delitos contra la salud; aproximadamente 65 por ciento de las averiguaciones previas que se inician es por ese tipo de delitos en las diferentes modalidades, incluyendo lo que se conoce como narcotráfico y lo que se ha denominado narcomenudeo.
–¿Realmente considera usted que ha tenido resultados importantes este operativo?
–Considerando el alza de ejecuciones que se tenía y el panorama que se presenta actualmente, pues ha sido un cambio importante; se está investigando la propiedad de al menos 360 inmuebles, de más de mil 200 vehículos, 134 vehículos blindados y 310 aeronaves que en su mayoría se encuentran sin operar y siguen aseguradas.
De estas naves, aproximadamente 75 ya fueron transferidas al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes de la Federación.
–¿Qué pasó con aquellas decenas y decenas de antenas de radiocomunicación que fueron aseguradas desde mayo o junio de 2008?
–Doscientos noventa antenas fueron destruidas. Se llevaron a cabo los aseguramientos precautorios. Se notificó para que los dueños o supuestos propietarios acreditaran los permisos con los que estaban operando, que tuvieran una concesión, y vigente el pago de sus derechos ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
“Desde luego que no sólo se hizo eso; se solicitó la intervención de peritos en la materia, a fin de corroborar que el uso de la señal correspondiera al servicio que tenían concesionado y regulado.
En los casos en que no se dio ese supuesto, se procedió a la destrucción de las antenas para dejarlas inoperantes.
–¿Resultó cierto que esas antenas eran una red de comunicación entre narcotraficantes en esa zona?
–Es posible que sí. Esencialmente tenían radiocomunicación hasta lugares muy apartados de la sierra, donde constantemente se han localizado plantíos de mariguana o de amapola, en mayor cantidad de esta última.
Desde luego que consideramos que este sistema de comunicación era utilizado (...) para alertar sobre la presencia de los efectivos militares cuando iban a llevar acciones de destrucción de los cultivos ilícitos.