Aún no reciben ayuda oficial, afirman sobrevivientes de sismos
Domingo 19 de abril de 2009, p. 25
Kabul, 18 de abril. Al menos 14 personas murieron hoy en varios episodios de violencia en Afganistán, en donde los sobrevivientes de los dos sismos que sacudieron el pasado viernes el este del país asiático dijeron que pasaron una noche fría fuera de las ruinas de sus casas porque no llegó la ayuda que prometió el gobierno.
En la sureña ciudad de Kandahar, una bomba oculta en una bicicleta estalló matando a dos civiles, entre ellos una mujer, e hirió a cuatro, informó el jefe de la policía local, Matiullah Qateh.
Cinco vigilantes de seguridad que trabajaban en un banco murieron en un enfrentamiento con insurgentes la noche del viernes en la norteña provincia de Parwan.
Por otra parte, militares afganos y de las fuerzas de ocupación abatieron a tres rebeldes tras darles la posibilidad de rendirse, durante una operación en la aldea Deh-e-Manakh, en la provincia de Logar, en el centro del país.
Otro miliciano pereció y dos resultaron heridos en el distrito de Sabari, en la provincia de Jost. Según las autoridades, los rebeldes colocaban una bomba en una carretera cuando fue detonada por la acción de un avión no tripulado de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).
En la sureña ciudad de Helmand, fuerzas invasoras y afganas mataron a un supuesto miliciano y a dos hombres durante un incidente en el distrito de Musa Qala, informó hoy la ISAF.
Por otro lado, los sobrevivientes de los dos sismos de 5.4 y 5.1 grados en la escala de Richter que estremecieron los distritos de Khogyani y Sherzad, en la provincia de Nangharar, cerca de la frontera con Pakistán, dijeron que pasaron una fría noche fuera de las ruinas de sus casas porque la ayuda del gobierno no les llegó.
El gobierno local dijo que había enviado más de 200 tiendas y unas 600 mantas a la zona, pero residentes denunciaron que no habían visto señales de ayuda y pasaron la noche a la intemperie, con siete u ocho réplicas de los dos sismos que dejaron 22 muertos y más de 200 casas destruidas.